domingo, 26 de noviembre de 2017

LIQUIDACIÓN IMRE KERTÉSZ


 Continúa la liquidación general, y no tengo ganas de participar. Me he convertido en espectador. Liquidación [2003] del premio Nobel Imre Kertész [ Budapest, 1929 - 2016] es una gran novela a pesar de su brevedad. En esta edición, 157 páginas. Y es una gran novela porque aspira a ser alta literatura, no solo por los temas que trata sino por la forma de tratarlos. No hay que ponerle las cosas fáciles al lector. No hay que darle el asunto triturado y listo para ser deglutido. No.  Kertész es un autor hábil con las tramas, aunque casi no las necesite para hablar del tema de siempre. Su tema. Porque Imre Kertész es un autor pétreo, monolítico. Para él no puede existir literatura después de Auschwitz si no es sobre Auschwitz. Y sobre los efectos del Holocausto habla "Liquidación". Sobre cómo las elecciones de los padres las pagan los hijos. Bé es el personaje ausente alrededor del cual gira toda la trama. Es un suicida filosófico. Un existencialista sartriano. Su madre  judía húngara se hizo pasar por presa política eslovaca para que así su hijo tuviera alguna oportunidad de sobrevivir tras el parto. Pero el hijo superviviente no le encuentra sentido a vivir en un mundo que considera un campo de concentración. Además del escritor suicida hay un editor que opina que se puede vivir como un gusano mientras uno sea capaz de escribir como los dioses. ¿ Nos justifica la literatura? El escritor opina que no. Hay una novela desaparecida. Y una elegante utilización la primera y la tercera persona. Incluso de los cambios de narrador. Y restos de una obra de teatro que trata el tema desde otro punto de vista. De todo eso habla liquidación. Del sinsentido de la vida, no tras el Holocausto, que también, sino cada día que nos levantamos y nos enfrentamos al espejo de nuestra propia mediocridad. Y como de costumbre algunas frases para alentarles a la lectura: El estado es siempre el mismo. También hasta ahora solo ha financiado la literatura para liquidarla. El apoyo estatal a la literatura es la forma estatalmente encubierta de la liquidación estatal de la literatura. / ..el que no tira la vida por la borda simplemente carece de talento. / El pasado como comunidad casual de destinos amontonados con un rastrillo. / En su opinión todos somos supervivientes, con lo cual condiciona nuestro mundo intelectual perverso y atrofiado. / Sólo por nuestras historias podemos saber que nuestras historias  han llegado a su fin. / Quien nace nunca es responsable de haber nacido. / No aceptéis las palabras prefabricadas y baratas. / ...la literatura es la trampa en la que uno cae. o, para ser más exacto, la lectura.  La lectura como droga  que difumina agradablemente los perfiles implacables de la vida que nos domina. / ...y los escritores concluyen sus obras, consistan ellas en miles de páginas o en pocas líneas. Un escritor no deja una obra inacabada. / Vivimos en la época de la catástrofe, cada ser humano es portador de la catástrofe.../ Cada frase era como un tiro en la nunca.../ ...creía en la política, y la política lo engañó, como hace con todo el mundo. /...el estilo acaba siendo el hombre. / ...es más fácil odiar que amar y ...el amor de los perdedores es el odio. / El escriba es más que un talento, el escriba es más que un buen escritor.  / ...escribía, porque era su único medio de expresión. Sin embargo, el verdadero medio de expresión del hombre es la vida...Vivir la vergüenza de la vida y callar: tal es el logro más grande. 

domingo, 12 de noviembre de 2017

EL MUÑECO DE NIEVE, TOMAS ALFREDSON


El sustantivo es decepción. Una auténtica decepción es lo que he sentido al ver la película dirigida por Tomas Alfredson [1965, Lidingo] basada en una de las novelas de la serie Harry Hole, del escritor Jo Nesbo [19650, Oslo] Tomas Alfredson, un buen director que ha dirigido dos películas de género que me han gustado bastante "Déjame entrar" [2008] casi una obra maestra y "El espía que sabía demasiado" [2011] fracasa esta vez estrepitosamente al adaptar esta novela de casi 500 páginas. Reconozco que soy un admirador de Nesbo, de quien he leído: Petirrojo [2000], Némesis [2002], La estrella del diablo [2003], El redentor [2004], El leopardo [2009] y la que nos ocupa, publicada en 2007. Reconozco que es difícil trasladar una novela tan larga a una película de duración convencional. Reconozco que los paisajes son espectaculares, que el reparto no está mal y que algunos detalles de la película se aproximan al escalofrío que sientes al leer la novela, pero no, al final, la película me deja tan frío como los paisajes que frecuenta. Y eso que en líneas generales el argumento y la trama se ciñen  a la novela, pero estando todo lo que tiene que estar, el final se me antoja totalmente anticlimático. No sé lo que falla, pero algo falla. No hay tensión narrativa ni sentido del ritmo. Es una película plana emocionalmente. La relación de los personajes no funciona. En especial entre Hole y la nueva inspectora. Y toda la parte del personaje interpretado por Val Kilmer, que en la novela era desasosegante, aquí resulta impostada y grandilocuente. Si algún despistado desea verla, pues que acuda al cine, pero que no espere nada parecido a lo que el novelista consigue solo con sus palabras. Esta vez una imagen no vale más que mil palabras.

viernes, 3 de noviembre de 2017

LA TRILOGÍA DE DEPTFORD ROBERTSON DAVIES


De algunas historias no te saldrías nunca. Podrías instalarte a vivir allí. Es lo que ocurre con las novelas escritas por el canadiense Robertson Davies [1019-1995] en su Trilogía de Deptford: El quinto en discordia [1970] Mantícora [1072] y El mundo de los prodigios [1975], 1200 páginas que son al mismo tiempo una representación del mundo y el mundo en sí mismo. No, no voy a contar los vericuetos de la trilogía. Creo que el argumento siendo importante no es fundamental en estas historias. Lo fundamental es lo que hay detrás de las historias, la psicología de los personajes y las ideas. Porque Robertson Davies, con ese aspecto de Dickens a destiempo es una narrador colosal que maneja el ritmo de las historias con una maestría que pocos escritores actuales poseen. Pero además de eso, es un escritor culto; un escritor que viste a la vida con el ropaje de la paradoja y el azar para que la vida adquiera el empaque  que  la realidad no posee. Sus novelas son novelas de ideas más que de acciones. La vidas anodinas de algunos personajes se convierten así en espejos de otras vidas donde nos reflejamos todos, cada uno a su manera y en su individualidad más profunda. Hay derrota y pesimismo y sexo en todas sus variantes y feminismo y teatro y mito. Hay una mirada sobre la educación y las clases sociales. Sobre la culpa. Sobre el egoísmo y el victimismo y una reflexión sobre el interior del hombre. Sobre su alma. Claro, el autor se toma su tiempo. Y por supuesto los detalles son importantes. No es mi intención hablar largo y tendido, solo reivindicar a un narrador puro, que no necesita argucias para enganchar al lector, que te deja con más preguntas que respuestas y con unas cuantas ideas sobre las que reflexionar. Pocas novelas actuales están a la altura de esta trilogía. Y para incitar a su lectura algunos pequeños apuntes dispersos aquí y allá: Ser rico es ser una persona de tipo especial. / Cualquier persona es única. Nadie ha sufrido nunca del modo en que sufre usted, sencillamente porque nadie ha sido usted hasta ahora. Sin embargo, somos también integrantes del género humano, y nuestra condición de seres únicos e irrepetibles tiene ciertas limitaciones. / ...te voy a dar un consejo que te ha de servir para toda la vida: no compres nada a menos que realmente lo necesites. / Esas figuras literarias, como usted sin duda sabe, nos proporcionan una abreviatura excelente para hablar de ciertos aspectos de nuestra propia personalidad, y resulta que todos abarcamos unas cuantas. /  Un verdadero artista jamás hace nada gratuito, jamás lo hace para resultar desconcertante.../  El sexo era un placer, por descontado. Podía llegar a ser un deber, desde luego. Por eso no era algo que estuviera divorciado del resto de la vida; la actitud que uno tuviera  respecto al sexo era parte de la actitud que uno tenía respecto de las amistades, de sus deberes hacia otras personas, de su vida pública. /  Ser un cínico no es lo mismo que evitar la ilusión, pues el cinismo es otra clase de ilusión. Todas las fórmulas para hacer frente a la vida, e incluso muchas filosofías, son vanas ilusiones. El cinismo es una ilusión de las peores. / Las coincidencias son una suerte de juego de palabras espiritual. / El héroes moderno es el hombre que vence en su pugna interior. / El aburrimiento es terreno abonado para que crezcan toda suerte de rencores y de feos sentimientos. / ...el humor. Se trata de algo absolutamente vital para la vida misma. Es uno de los sellos distintivos de la civilización. La humanidad no sería humanidad si no fuera por el humor. / el humor es con la misma frecuencia un indicativo de la verdad como una nube que ocluye la verdad. / Los chistes más bestias sobre judíos y negros eran los que oí contar a los propios comediantes judíos y negros. / Todos abrazamos nuestras cadenas. No hay hombres libres./ si uno termina por ser un cínico con uno mismo, el siguiente paso es el suicidio, que es la otra mitad de esa misma forma de autodestrucción. / Todo el mundo es más parecido que diferentes entre sí. / ...el mito es la reducción de la experiencia universal a su esencia misma. / El teatro es eso: mostrar al público lo que desea que sea verdad. / Un egotista es una criatura absorta en sí misma, encantada consigo misma y, además, dispuesta a contar al mundo entero cómo es esa apasionante historia de amor que  vive. Un egoísta...es algo infinitamente más serio, un ser que hace de sí mismo , de su instinto, de sus anhelos y de sus gustos, la piedra angular de cualquier experiencia. / Nadie puede robarle a otro hombre su ego, pero puede aprender de él./  El arte como jarabe que endulza. / Dicho de manera muy simple: ningún acto se pierde para siempre, nada de lo que hagamos carece de resultado. /  La vida me ha hecho ser consciente de lo mucho que se fían los mezquinos de la generosidad ajena. / La educación es para la gente vulgar, pues fortalece la vulgaridad. Les hace útiles, cómo no, de una manera normal y corriente.  Y acabo con un par de reflexiones sobre la poesía y sus alrededores. Un poeta puede plasmar una grandiosa encarnación de un mito, pero es la masa de la humanidad la que sabe que el mito es una verdad espiritual, y esa es la razón de que se aprecie tanto el poema. / Acababa yo de empezar a ver que la poesía trata de la vida, y no de la vida normal y corriente, sino de la esencia, del milagro que subyace a la vida misma. Pues eso, que uno se quedaría a vivir en la inteligencia literaria de Robertson Davies. En su clarividencvia. En su nada complaciente visión de ese animal de costumbres que es el hombre.