viernes, 26 de septiembre de 2014

YVES SAINT LAURENT -JALIL LESPERT


Intentando recuperar mi afición por el cine. "Yves Saint Laurent" [2014] de Jalil Lespert. No espero demasiado. Tampoco soy un gran aficionado a las películas sobre personajes famosos sean actores, cantantes, literatos o diseñadores de moda. Hay demasiadas. Sí que suelo leer biografías o autobiografías, pero creo que en el cine las vidas de estos personajes se transforman en una acumulación de lugares comunes y en un ejercicio de superficialidad, salidas de tono y morbo mal entendido. La vida del diseñador Yves Saint Laurent [Orán, 1936-París 2008] ofrecía suficientes ingredientes para rodar un  biopic " más grande que la vida". Genio precoz, tímido, neurótico, homosexual, adicto a diversas sustancias, provocador. La película recorre gran parte de su vida desde que a los 21 años es contratado por la casa Dior hasta sus años finales donde la enfermedad no le impide seguir creando, porque como dice su amante en la película, el diseñador solo era feliz dos veces al año, cuando presentaba sus dos colecciones. Saint Laurent es un personaje con muchas aristas, con un lado oscuro y atormentado. No sale excesivamente bien parado del retrato oficial que le ha preparado su compañero, amante y socio Pierre Bergé. Porque ésta es una biografía cinematográfica bendecida por Bergé. Comienza con la imágenes de la venta de muchos de los objetos artísticos que compraron juntos y que compartieron y acaba con una ausencia. Hay amor y traición y promiscuidad y lujo y un aire de época muy conseguido. Y es que la vida conlleva traiciones y derrotas. El genio precoz e introvertido del principio acaba convertido en un provocador cómodamente instalado en la cumbre del narcisismo. No existe demasiada felicidad en la vida del diseñador. Quizá tampoco la necesite. Tiene su arte. Eso debería bastar, pero nunca basta; aunque la gente común y corriente, la gente de la calle, de a pie, crea que es suficiente. El talento no es un don. Es un castigo porque generalmente implica una personalidad problemática a nivel íntimo. La banalidad del oropel y más en el caso de un diseñador de moda encubre las taras sentimentales y emocionales del personaje. Bergé a pesar de ser la voz en off tampoco sale muy  bien parado. El amor es un juego de poder, de intereses y ambiciones. Aquí más que nunca. A ratos las imágenes van más allá de lo que se muestra, pero no siempre profundizan. La película sucede, acontece. A ratos deslumbra, aunque es como la superficie de un estanque en cuyo fondo las aguas son turbias y fangosas. Me queda por ver la otra versión; la versión no oficial de la vida del diseñador; la que no ha contado con la bendición oficial de Pierre Bergé. Se trata de "Saint Laurent" sin el Yves [2014] dirigida por Bertrand Bonello. Puede que entonces tenga las dos caras de la moneda y pueda comprender mejor a ese genio de la moda que fue Yves Saint Laurent.

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