domingo, 28 de septiembre de 2014

CIEN METROS RAMON SAIZARBITORIA


Resulta difícil encontrar novelas de Ramon Saizarbitoria [San Sebastián, 1944] -un  autor al que admiro- en castellano en  las librerías de esta parte del país, a pesar de las editoriales y la normalización lingüística, entendida al revés, y esas zarandajas políticas que nos venden las instituciones culturales que gobiernan estos asuntos librescos.Traducidas están la mayoría de sus novelas, pero asequibles no tanto. Hoy recupero "Cien metros" publicada en vasco en 1976 "Ehun metro" y en castellano por la editorial Nuestra Cultura en 1979. Se trata de una novela breve sobre un tema complejo. Los  últimos minutos y la muerte de un miembro de un grupo terrorista, que no se nombra nunca, pero cuyas siglas son evidentes dado el contexto, en la plaza de la Constitución de Donostia. El titulo, obvio, alude a los últimos cien metros de vida del protagonista, abatido por la policía. Espacio y tiempo se dan la mano en las páginas de esta historia cuyo final se intuye desde la primera línea. Estos cien metros dan para mucho. Para explicar las razones del protagonista y las tensas relaciones con su padre. Para resaltar la opresión del franquismo y la represión ideológica en las escuelas. Para exponer diálogos de un interrogatorio a un testigo de los hechos. Para incluir fragmentos de una guia de la ciudad o de las conversaciones de vecinos de la plaza. Para incluir titulares de periódicos. Para una historia de amor de una noche. Para una traición a un amigo. Todo junto da una visión en caleidoscopio del tema tratado. Los diversos  materiales se mezclan armoniosamente mientras el protagonista avanza hacia su destino presentido desde el primer párrafo. Un fatum trágico, como el de los héroes antiguos.  Esta mezcla de elementos diversos en una novela es muy de la época. Quizás no en la literatura vasca, pero sí en castellano. Me recuerda mucho a "Señas de identidad" [1966] de Juan Goytisolo. Hay un evidente intento de modernización de la novela escrita en euskera. Se trata de una novela urbana sobre un tema novedoso que encontró dificultades con la censura. No era para menos, que se diría. Se trata de un ejercicio de estilo planificado hasta el mínimo detalle. Una cuenta atrás sin emociones, algo fría. El autor no se decanta e intenta mantener una distancia neutral. Es aséptico emocionalmente. Las descripciones son estrictamente físicas.No se intenta juzgar al personaje. Se describe su muerte, su circunstancia. Las conclusiones morales las debe sacar el lector. Ahora que el asunto que trata la novela casi parece ciencia ficción, aunque no hace tanto tiempo que este grupo terrorista seguía en activo, y aún hoy sigue sin desactivar, aunque ya no sea operativo, uno se puede preguntar si tienen sentido estos "Cien metros", la distancia  moral que separa la vida de la muerte. Y desde luego todavía tiene sentido leer esta novela -literatura en estado puro-, recuperar una memoria de un tiempo lejano, pero no tanto, donde las víctimas y los verdugos son víctimas y verdugos de una ideología -un nacionalismo mal entendido- que en periodos de crisis como el actual ya no engendra monstruos y asesinos, pero si movimientos sociales perfectamente manipulados por el poder. Decir que existe una versión cinematográfica de esta historia rodada por Alfonso Ungria en 1985 e interpretada por Patxi Biquet, Carlos Zabala y Klara Badiola, entre otros.

viernes, 26 de septiembre de 2014

YVES SAINT LAURENT -JALIL LESPERT


Intentando recuperar mi afición por el cine. "Yves Saint Laurent" [2014] de Jalil Lespert. No espero demasiado. Tampoco soy un gran aficionado a las películas sobre personajes famosos sean actores, cantantes, literatos o diseñadores de moda. Hay demasiadas. Sí que suelo leer biografías o autobiografías, pero creo que en el cine las vidas de estos personajes se transforman en una acumulación de lugares comunes y en un ejercicio de superficialidad, salidas de tono y morbo mal entendido. La vida del diseñador Yves Saint Laurent [Orán, 1936-París 2008] ofrecía suficientes ingredientes para rodar un  biopic " más grande que la vida". Genio precoz, tímido, neurótico, homosexual, adicto a diversas sustancias, provocador. La película recorre gran parte de su vida desde que a los 21 años es contratado por la casa Dior hasta sus años finales donde la enfermedad no le impide seguir creando, porque como dice su amante en la película, el diseñador solo era feliz dos veces al año, cuando presentaba sus dos colecciones. Saint Laurent es un personaje con muchas aristas, con un lado oscuro y atormentado. No sale excesivamente bien parado del retrato oficial que le ha preparado su compañero, amante y socio Pierre Bergé. Porque ésta es una biografía cinematográfica bendecida por Bergé. Comienza con la imágenes de la venta de muchos de los objetos artísticos que compraron juntos y que compartieron y acaba con una ausencia. Hay amor y traición y promiscuidad y lujo y un aire de época muy conseguido. Y es que la vida conlleva traiciones y derrotas. El genio precoz e introvertido del principio acaba convertido en un provocador cómodamente instalado en la cumbre del narcisismo. No existe demasiada felicidad en la vida del diseñador. Quizá tampoco la necesite. Tiene su arte. Eso debería bastar, pero nunca basta; aunque la gente común y corriente, la gente de la calle, de a pie, crea que es suficiente. El talento no es un don. Es un castigo porque generalmente implica una personalidad problemática a nivel íntimo. La banalidad del oropel y más en el caso de un diseñador de moda encubre las taras sentimentales y emocionales del personaje. Bergé a pesar de ser la voz en off tampoco sale muy  bien parado. El amor es un juego de poder, de intereses y ambiciones. Aquí más que nunca. A ratos las imágenes van más allá de lo que se muestra, pero no siempre profundizan. La película sucede, acontece. A ratos deslumbra, aunque es como la superficie de un estanque en cuyo fondo las aguas son turbias y fangosas. Me queda por ver la otra versión; la versión no oficial de la vida del diseñador; la que no ha contado con la bendición oficial de Pierre Bergé. Se trata de "Saint Laurent" sin el Yves [2014] dirigida por Bertrand Bonello. Puede que entonces tenga las dos caras de la moneda y pueda comprender mejor a ese genio de la moda que fue Yves Saint Laurent.

domingo, 21 de septiembre de 2014

LA FIESTA DE LA INSIGNIFICANCIA MILAN KUNDERA


Mi amigos me envidian y me detestan a partes y iguales porque suelo ser excesivamente brillante cuando me molesto hablar. Siempre tengo la respuesta en la boca casi antes que hagan la pregunta. Siempre poseo una replica a la altura de las circunstancias, una frase de doble sentido o una respuesta que descoloca. Han sido muchos años de entrenamiento.Y cuando no la tengo me callo, cosa que otros no suelen hacer. Pero no siempre fue así. Durante muchos años fui el niño que era un cero a la izquierda, durante muchos años intenté pasar desapercibido en clase a pesar de conocer las respuestas a las preguntas, durante mucho, mucho tiempo, sufrí, me sentí culpable, anhelé ser un fantasma, el hombre invisible, un ser insignificante. Aunque los demás pensasen que por eso mismo era un mediocre. Porque quien calla otorga.  Milán Kundera [Brno, 1929] en su última novela viene a demostrar que la insignificancia es una valor en alza. O debería serlo en una sociedad tan estúpida y homogénea  como lo es la actual. Kundera a sus 85 años no ha escrito una obra maestra después de 14 años de silencio. Desde el 2000 cuando publicó "La ignorancia". Hemos pasado de la ignorancia a la insignificancia. No. A sus 85 años Kundera se ha sentido lo bastante libre para escribir lo que le ha dado la gana. Y le ha salido un vodevil. Algo muy francés. Algo muy liviano en apariencia, leve como el ala aleve de un leve abanico de plumas de ángel. Una  novela que no es una novela sino una  obra de  teatro para títeres de la cachiporra. Una farsa, un esperpento, que no hubiera desdeñado Valle Inclán. Un grupo de amigos que pasean por París, van a una fiesta y siguen paseando por París. Ésa es la trama. Quizá lo que hacen no es importante. Lo importante está en lo que dicen, aunque lo digan en un lenguaje inventado para la ocasión: el paquistaní, pero con k. Se mienten unos a otros. Podría ser una obra de teatro con acotaciones de entradas y salidas. Los personajes cuentan anécdotas. Se habla de Stalin y unas perdices. Uno de los personajes habla de su madre. Otro se inventa una enfermedad mortal. Otro intenta ver una exposición de Chagal, pero siempre termina desistiendo ante las colas interminables. Hay plumas de ángeles y Armagnac. Los personajes intentan llenar el vacío de la soledad. "El ser humano no es sino soledad. Una soledad rodeada de soledades". La novela o la obra de teatro que se intuye, comienza  hablando del erotismo de los ombligos, que ha venido a sustituir al erotismo de las nalgas y los pechos y  los muslos y acaba con Stalin disparando a las estatuas de las reinas de Francia. Pasamos del erotismo del deseo al erotismo de la exhibición. La sociedad contemporánea nos ha cosificado y uniformizado hasta convertirnos en  seres estúpidos. Kundera nos habla de asuntos muy serios de la realidad social de esta época pero se permite el lujo de hacerlo desde la ironía reflexiva y la sátira constructiva. No evita los episodios grotescos. El asunto de la incontinencia urinaria, por ejemplo. Deducimos que  vivimos en una sociedad profundamente deshonesta y nihilista, pero Kundera se lo toma con buen humor porque solo desde ese punto de vista es posible aceptar al otro y retratar a una sociedad actual  y a un poder político y económico que han perdido el sentido del humor. La tiranía carece de humor y de ironía para reirse de sí misma. Kundera realiza un recital de inteligencia y dobles sentidos. Es brillante aunque nos habla de la insignificancia, que es intentar no ser brillante, de la inutilidad de ser brillante. Es paradójico. Hay que alcanzar los 85 años - haber trabajado como pianista de jazz o limpiador de escaparates- para lograr escribir esta novela que ni siquiera es una novela, se quedaría casi en nouvelle. En apenas 138 páginas Kundera elabora un discurso humorístico sobre los males que gobiernan el destino del  hombre del actual.  Un discurso lúcido y honesto sobre la banalidad del presente y la banalidad del mal. "La vida es una lucha de todos contra todos". Una nouvelle que es una obra de teatro para cinco personajes y autor omnipresente en siete capítulos o escenas. Una novela de estructura libérrima, a ratos musical, a ratos como si se tratase de un puzzle donde los fragmentos encajan por contigüidad. Un artefacto literario que nos obliga a pensar, aunque a veces, lo que pensemos no esté de acuerdo con lo que el autor nos dice. A mi me ha sucedido con una de las afirmaciones: "La vida es más fuerte que la muerte, porque la vida se alimenta de la muerte".  Para un pesimista como yo siempre será a la inversa: "La muerte es más fuerte que la vida, porque la muerte se alimenta de la vida". Se trata solo de una pequeña discrepancia. Por los demás les recomiendo encarecidamente que compren entradas para está fiesta de la insignificancia. El precio es módico y la risa está garantizada.

viernes, 19 de septiembre de 2014

LAS MARISMAS ARNALDUR INDRIDASON


Nueva serie policíaca en mi vida. La serie del inspector Erlendur Sveinsson. Un país Islandia. Un nuevo escritor de genero: Arnaldur Indridason [Reikiavik, 1961], que se une a la larga lista de escritores que han ido acumulándose en mi biblioteca desde que a los quince años llegaron a mi lamentable vida de adolescente solitario Hércules Poirot, Miss Marple y Agatha  Christie. Lo hicieron para quedarse y antes de los dieciocho había leído  setenta u ochenta novelas de la reina del crimen. Luego vinieron otras, y otros. Pero a todos, en algún momento, terminé por serles infieles cuando me cansaron y se tornaron rutinarios y previsibles. Aunque a veces volví sobre mis pasos, pero solo puntualmente. "Las marismas" [2000] es un nuevo comienzo cuando estoy a punto de cerrar la puerta a una serie, la del detective Martín Beck, de la que sólo me queda una novela por leer.  Erlendur sustituirá a Beck. Islandia a Suecia. A Indridason le gustan los asuntos del pasado, la lluvia y la culpa y el pecado. Todos ellos temas altamente morales y perversos. En "Las marismas" como en toda buena novela policíaca que se precie hay un crimen inicial y un misterio que resolver. En eso no es nada original, pero el resto es magnifico y deprimente. Incluido el personaje de la hija drogadicta del inspector. Hay violaciones, hijos ilegítimos, chantaje y una enfermedad terminal hereditaria. Y sobre todo hay mucho dolor. Una profunda reflexión sobre el dolor y la culpa. Sobre cómo algunas personas asumen la culpa y otras no. Sobre como los hijos asumen las culpas de los padres. Y una radiografía potente de un país. La novela negra siempre es una radiografía. Algo en blanco y negro. Un asunto de huesos y manchas. La segunda novela de la serie ya descansa entre mis libros para el mes que viene.  

sábado, 13 de septiembre de 2014

HÉROES RAY LORIGA


Héroes [1993] Marca de fábrica, Ray Loriga.Hay novelas a las que el paso el tiempo no ayuda y otras a las que el paso del tiempo uno  no sabe bien si las ayuda. Con "Héroes nos se a que carta quedarme". La he leído ahora, tanto tiempo después, porque en su momento yo estaba leyendo otras cosas. Mi realidad era otra. Mi ideales también. A veces uno tiene que recuperar el tiempo, soslayar errores, reparar deudas. Prosa poética. Es una manera de entender estas 174 páginas. No sé muy bien si se trata de una novela o de una sucesión de relatos breves unidos por la voz narrativa de un adolescente descontento con el universo. jodidamente descontento. Cerveza, coches americanos, música y citas cinematográficas. La novela podría acabar donde acaba o continuar cien páginas más. No importa. Vivimos en la sociedad del fragmento y del microrrelato y del aforismo. "Héroes" se adelanta al futuro y a ratos es políticamente incorrecta. Las mujeres sean rubias, o no, no salen muy bien paradas. Entre coño y estar jodido el narrador entra y sale de su cuarto de castigo de seis metros que es su mejor refugio contra la hostilidad del mundo. "Estar bien es una especie de carga, estar bien significa estar dispuesto y ese estado te lleva inevitablemente a algún tipo de enfrentamiento". El individuo frente al mundo. El narrador tiene un hermano y una hermana. Y sueña con una chica rubia y con la Plaza Roja por donde conduce un camión cargado de dinamita. El protagonista no quiere ser pesimista y cuando tenía catorce años rezaba todavía. En algún momento tuvo un trabajo de esos que atan los días y los hacen iguales. El protagonista tiene la sensación de que ha "estado viviendo en una carretera de un solo sentido demasiado tiempo". No parece avanzar sino más bien dar vueltas en círculos. Da buenos consejos: "Olvídate del mapa pero no te olvides del tesoro". Se pregunta quién será el cuando pasen los años y ya no sea el que es. "Dentro de algunos años habrá otro que lo vera todo de otra manera por mí". Al narrador le gustaría querer abrazar a la misma mujer a la que se quiere follar.  Mientras "los días tienen los bordes afilados como una lata de atún y el cielo cuelga de un gancho de carnicero". Las imágenes se suceden, son potentes. Como el retrato del autor en la portada de la novela. Fondo y forma. El protagonista aprende a correr en todas las direcciones. Algunos de sus deseos son atroces: "...deberían vender pistolas sin licencia para que los niños que nunca cumplirán veinte años pudieran defenderse de los hombres que nunca tuvieron quince". El autor intenta provocar a ratos: "Pocas mujeres saben que sus coños pueden resultar tan tristes como nuestras pollas y que a sus gloriosos cuerpos también les crecen pelos en el culo". El un momento dado se habla de la tiranía de la perfección. "La primera gran pérdida de la vida adulta son los amigos". Queda dicho. Habla del amor como de un asunto de agujeros que deben ser rellenados y de que todo está mal desde el principio. Dice que las cosas tienen que encajar y que tenía un amigo "al que le gustaba mucho que le dieran por el cuelo. Era un chico muy guapo y tenía éxito con las chicas y todo eso. Las chicas se volvían locas con él y a él le encantaban las chicas, pero luego volvía ese picor constante en el agujero del culo y le encantaba que le metieran pollas por el culo, cuanto más gordas mejor". Pues eso. También afirma que la vida se escapa por los agujeros y que cuando contempla su álbum de fotos tiene la sensación de haber sido mejor antes. ¿Quién no tiene esa sensación?  Y así, página a página, el narrador nos cuenta cosas que a veces tienen que ver y a veces no tienen nada que ver. Sinceramente, no creo que "Héroes" sea una novela aunque la vendan como novela, pero se trata de literatura, de excelente literatura. Y cuando uno acaba de leerla se siente un poco como el protagonista: como un negocio que va cambiando de dueño.

viernes, 5 de septiembre de 2014

POESIA EN EL PATIO DEL POETA EN OCTUBRE

 No soy muy partidario de la autopromoción. Así me va. Pero de vez en cuando hago alguna excepción. Esta vez  es una de ellas. Y más que nada porque no me incumbe a mí solo, sino porque incluye a otros poetas como son José Luis Zerón, su mujer Ada Soriano y José María Piñero.  Si alguien tiene memoria histórico-literaria y sabe de revistas literarias, concluirá que se trata del equipo de redacción de la  extinta y mítica  Revista Empireuma. Mi papel en el equipo de reacción era más nominal que práctico. Escaso mérito. Uno no va a ponerse medallas que no le corresponden. Eso sí, escribí bastantes artículos y reseñas en ella durante algunos años de euforia literaria. En octubre leerán poemas nuestros en el patio de la casa  museo del poeta Miguel Hernández en Orihuela y nosotros como invitados de piedra firmaremos ejemplares de los poemarios que .la Catedra Fernando de Loaces de la Universidad de Alicante nos publicó en tiempos más propicios para la lírica. Será todos los miércoles de octubre.  A mí me toca el turno el día 15. El poemario: Donde nunca ya nadie [2007],  poemario que cierra mi tetralogía imposible, compuesta por,  Hasta ya no más nunca [1999] Premio Paco Molla, Tal vez como si nunca [2001]  Premio Esperanza Spinola  y Liturgia de la profanación[2002] Premio Ciudad de Morón. La Catedra Fernando de Loaces regalará ejemplares del poemario a los asistentes al acto.  Dejo aquí debajo un par de poemas de "Donde nunca ya nadie".