sábado, 10 de mayo de 2014

HORLA CITY Y OTROS, FABIÁN CASAS


Rompo mis reglas, que para eso están, para romperlas cuando uno considere necesario que deben ser rotas. Escribo sobre un libro de poemas, sobre la poesía completa de Fabián Casas [Buenos Aires, 1965] Había leído su breve y denso  libro de relatos "Los Lemmings y otros" [2011] Ahora acabo de terminar "Horla City y otros" [Seix y Barral, 2014] volumen de poemas que incluye todos sus poemarios publicados hasta la actualidad. Desde Tuca [1990] hasta "El hombre de overol" [2006], antecedente de "Horla City". La poesía de Fabián Casas es acumulativa y entronca directamente con su narrativa. La narratividad de los poemas no me molesta, aunque yo no la practique. Al autor le sienta bien. Respira por los versos. Sus poemas son como instantáneas desoladoras de un paisaje interior, que no es más que el trasunto del paisaje exterior donde vive o ha vivido. Los títulos de los poemas son descriptivos: Foto 1965, Paso a nivel en Chacarita, Hoy mi madre tendría que cumplir 48 años, A los pies de la cama de mi viejo, Sin llaves y a oscuras, Después de un largo viaje, No estoy en batas comiendo naranjas al sol, El parque, a diferentes horas, Reunión en Guayaquil, Están construyendo un edificio...Siete de la tarde en Horla City. Pero los poemas superan ampliamente el incidente  y la anécdota que le sirve al autor para elaborar el poemas. Son un salto al vacío. Y de un salto al vacío nunca se sale indemne: Parece una ley: todo lo que se pudre forma una familia. [pag. 22]...no tenemos culpa de ser herederos/ del mismo crimen. [pag. 25] ...yo también profiero morir antes que envejecer [pag. 26] Son solo algunos ejemplos de finales contundentes y radicales. Radicales libres. Estos poemas son como patadas a las buenas costumbres sociales. La poesía como una patada en la espinilla o quién sabe. En otros puntos más delicados y dolorosos. Me pregunto si la desesperación / es igual para todos [pag. 47]  La ironía se filtra por entre los versos. Las parejas y las revistas literarias/ duran casi siempre  dos números. [pag. 49] La vida, a veces, tiene un humor de mierda., [pag. 69] ...benditos los que no saben que la muerte / da clases en todos lados...[pag. 124] No sé, qué quieren que les diga, la poesía de Fabián Casas es un soplo de aire dentro de las estancadas aguas de la poesía que se gesta por estos lares y solares patrios, tan formalista ella, tan de familias poéticas y navajazos a diestro y siniestro. Fabián Casas conoce de las imposturas poéticas y de cómo se las gastan los vates [odio y egoísmo acrisolado en versos, de gente incapaz de vivir la vida] por eso es capaz de escribir versos como estos con los que remato el post y les invito a  comprar y leer Horla City y otros: Tal es el destino de los buenos poetas/  una vez que ha  muerto: no recharzarse/ como polos opuestos de un imán/ sino mezclarse bajo los ojos/  de un mestizo borracho/ a altas horas de la madrugada.

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