sábado, 6 de julio de 2013

STOKER, CHAN-WOOK PARK


Después de diversos retrasos inevitables, por fin, he podido ver "Stoker" dirigida por Chan-Wook Park [Seul, 1963] Es una película que viene definida como de suspense psicológico. Y saben, todo lo psicológico y de suspense remite al maestro, a Alfred Hitchcok. En esta ocasión el referente parece ser "La Sombra de una duda" [1943] Supongo que por la figura del tío de la protagonista, encantador y perverso, asesino de viudas acomodadas. Pero en ese punto se acaba el parecido. "Stoker" es un tour de force a tres bandas, entre la viuda no tan desconsolada, elegante y maravillosa Nicole Kidman - tanto antes como después de sus retoques-, el intrigante y perturbado hermano del difunto marido, Matthew Goode y la compleja y rara hija, Mia Wasikowska. Un triángulo de ángulos agudos y afilados. La estructura de la película que más que circular es sinuosa está repleta de inquietantes primeros planos de detalle, de fundidos, de insertos y de elementos sincopados por la fascinante música de Clint Mansell. La secuencia del piano a dos manos es magnifica. Tres personajes, una casa en las afueras, un ama de llaves que desaparece, una tía fisgona interpretada por Jacki Weaver -a quien todavía recuerdo con estremecimiento por su papel de madre en "Animal Kingdom"  y más lejanamente por "Picnic en Hanging-Rock" dirigida por Peter Weir - y un sheriff poco intuitivo completan el reparto principal. Abundan los zapatos como elemento metafórico y hay una llave y muchas cartas y unas gafas de sol y un cinturón y aves disecadas que podrían aludir a "Psicosis" de Hitchcock y una secuencia de ducha con masturbación incluida. Pero sobre todo hay un desasosegante trabajo con la luz y las texturas. La fotografía de Chung Chung-hoow es algo más que espléndida. Demasiadas cortinas, un rojo degradado en las paredes, como si hubiesen escupido sangre, unos verdes hipnóticos. Siendo luminosa es una película agobiante y oscura por dentro, malsana, como si el color se impregnase de la maldad congénita de los personajes. Me recuerda mucho el trabajo de David Lynch en "Terciopelo azul" [1986] otra historia de personajes profundamente alterados. El personaje del tío Charlie solo viene a despertar lo que estaba dormido en el interior de la sobrina. No es una película determinista, pero en cierto modo anuncia que es difícil escapar a nuestro destino. Frente al cine para niños de papá con  neurona cero por ciento, "Stoker" es una lección de cine inteligente y meditado. Ignoro si es o no una obra maestra, pero se le parece mucho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario