domingo, 11 de diciembre de 2011

CERO PROBLEMA, NICANOR PARRA


Pensaba escribir de otra cosa, pero siempre que pienso escribir de otra cosa, termino escribiendo de mí mismo. Y hoy no me encuentro especialmente satisfecho ni de mí mismo ni del mundo en el que vivo. O sea, que me encuentro insatisfecho de esta realidad claustrofóbica y deshumanizada en la que agonizo. Yo soy yo y mis circunstancias y la vida que nos reblandece el cerebro conforme cumplimos años. Mañana me toca. Pero no se trata de la minucia de cumplir un año más, se trata de la vida en general como problema irresoluble por reducción al absurdo. Ese Dios en el que no creo ha creado una cadena de montaje estupenda y unos administradores y cancerberos perfectamente adiestrados para que soportemos como borregos lo que se nos imponga. Lo que se nos imponga es una vida de chichinabo. La esclavitud bien aceptada empieza por aceptar que uno es uno más de la manada; aunque sea una manada de borregos, valga la contradicción. El sexo mueve el mundo, da esperanza, pero el miedo es el verdadero motor de nuestra existencia. El mundo se ha convertido en una colonia de cobardes, incapaces de tomar las riendas de sus vidas porque consideran que lo que hay es lo que hay. Y punto. Una manada de corderos adiestrados en el arte de no pensar que es el arte de pasar de todo y vivir dentro de tu propia burbuja. Así nos va. Así nos debe ir. Así nos irá si no cambian las cosas y no veo que lo que viene detrás de mí tenga mejores perspectiva de futuro. Eso sí, ellos y ellas se consideran sobradamente preparados. Sobradamente preparados para el fracaso existencial supongo. Claro que para qué van a pensar si la vida tiene o no sentido. Que piensen otros. Para el otro, para vivir la vida al día, les va estupendamente; coche, piso, hipoteca, hijos y partido Madrid /Barcelona con patatas fritas y varias latas de cerveza. Un futuro de puta madre. Ante lo que se nos viene encina nada mejor que un partido Madrid / Barcelona. Los recortes, lo copagos y la biblia en pasta se aceptarán porque hay que aceptarlos . Y punto. Por eso me alegra que le hayan dado el Premio Cervantes a Nicanor Parra [Chile, 1914] ese nonagenario con un poderoso cerebro de niño rebelde que nos demuestra que la gente es joven a pesar de que su cuerpo la contradiga. Y que quizás el futuro no esté en esa poesía anestesiada e higiniezada que nos venden algunas editoriales cuyos libros parecen hijos del mismo autor a pesar de llevar apellidos diferentes. Quizás el futuro este en la antipoesía, en el antisistema, en la antinada. Y como recompensa por aguantar la perorata de este apestado cínico y algo nihilista el día antes de cumplir años. Unos versos del premiado Nicanor Parra que son a pesar de los años que lleva escrito el poema, un buen ejemplo de que la poesía/antipoesía siempre va por delante de la realidad. El poema se titula "Cero problema":
la economía para la derecha
la política para la Democracia Cristiana
y la cultura para la clase trabajadora

lunes, 5 de diciembre de 2011

SIAMESES, GONZALO CALCEDO


Acabo de terminar de leer el libro de relatos "Siameses" de Gonzalo Calcedo Juanes [Palencia, 1961] publicado por Tropo Editores este mismo año. No se trata de una novedad sino de una reedición de los dos primeros libros de relatos de Calcedo; " Otras geografías" [1996] y "Liturgia de los ahogados" [1997] aquí con prólogos de Juan Bonilla y Carlos Castán. A pesar de ser dos obras primerizas no esperaba que me defraudasen y lo lo han hecho. Calcedo casi nunca defrauda. Su nivel siempre está por encima de la media. He encontrado todo lo que esperaba encontrar y sobre todo la confirmación de que el mundo interior del autor ya estaba fraguado cuando comenzó a escribir. Confieso que siento debilidad por este autor desde que descubrí "Esperando al enemigo" [Tusquest, 1996] y me dediqué en la medida de mis posibilidades a la ardua tarea de lograr las obras completas de este narrador de la desolación cotidiana que nos acosa como un animal hambriento. Desde entonces he ido leyendo según las iba encontrando en mis viajes a Madrid o a Barcelona "El peso en gramo de los colibries" [Castalia, 2005]; "La madurez de las nubes" [Tusquets, 1999]; "La carga de la brigada ligera " [Menoscuarto, 2004]; "Apuntes del natural" [Páginas de espuma, 2002]; "Cenizas" [Pretextos, 2007]; "Saqueos del corazón" [Algaida, 2007]. Por supuesto me faltan algunas de su últimas obras, ya que resultan difíciles de encontrar en librerías sobre todo de provincias y no soy de los que encargan libros, ya que me gusta dejarme llevar con el instinto y la casualidad, pues así he descubierto a muchos de mis autores de cabecera. En la lista de espera "El prisionero de la avenida Lexington" [Menoscuarto, 2010] "Chejov y compañía" [Caja España, 2006] y Picnic y otros cuentos recíprocos" [El Brocense, 2010]. Que podría decir de Calcedo que no haya sido dicho por muchos de sus rendidos admiradores. Tampoco me apatece hablar de sus conocidas influencias. Me quedo con lo que me gusta de sus historias: los hoteles de carretera, esos hijos desafectos, esos padres desleales, esos rituales de la melancolía, esa imposibilidad de vivir la vida plenamente, esas piscinas tan de John Cheever, esa tristeza vital que se palpa con la densidad de una niebla permanente, esos personajes que parecen no esperar ya nada de la vida porque en realidad la vida no les ofrece nada. Los relatos de Gonzalo Calcedo son relatos para suicidas en potencia y para náufragos existenciales. La literatura de Calcedo es como utilizar un estilete para realizar una herida en el corazón de los sentimientos. Siempre queda una cicatriz. Uno siempre sale malparado de sus relatos, pero la necesidad nos obliga a volver a ellos. Son como una adicción. Una adicción al deastre espiritual. Gonzalo Calcedo es muy parecido a los personajes de sus relatos. Sólo hemos coincidido en un acto literario en el que renegó de la novela y dijo estar cada vez más desencantado de la narrativa a pesar de lo cual ha seguido escribiendo sin descanso, como un boxeador a la contra. Me firmó los cuatro o cinco libros suyos que poseía entonces, incluido un relato con el que fue el ganador del premio Santoña, la mar ; "La campana de niebla" el mismo año que yo quedé finalista con mi relato "El farero que perdió la gracia del mar". Tener un relato publicado en el mismo volumen de cuentos en el que aparecía también un relato de Calcedo, fue durante mucho tiempo un acicate para mí. Si no lo han leído, aprovechen la ocasión de empezar por el principio y lean "Siameses", después continúen con el resto.

jueves, 17 de noviembre de 2011

GUÍA DE LA NOVELA NEGRA & HECTOR MALVERDE

La novela negra está de moda, como la prima de riesgo, los políticos puritanos y esquinados, los tecnócratas y los indignados. He aquí una "Guía de la novela negra" editada en 2010 por Errata Naturae para movernos sin desfallecer por el proceloso mar de los asesinos en serie, los policías con mala conciencia, los detectives de vuelta de todo, las mujeres de buen ver y mala vida o de vida manifiestamente mejorable, los corruptos [sobre todo políticos] y los seres humanos con debilidad por hacer el mal que es una de las principales características de los seres humanos. Nadie es bueno por naturaleza. Todos somos asesinos y ladrones y políticos corruptos en potencia. Todo esto viene a cuento de esta guía que no parece una guía sino más bien una reflexión sobre la poesía negra de la novela negra. Soy de los que piensan que actualmente la novela negra es el único tipo de novela que desenmascara los entresijos de una realidad social putrefacta y sórdida, insolidaria e indiferente para con sus semejantes. Héctor Malverde seudónimo de alguien que ha vivido dos años en Berlín, está muy puesto en cine, es sagitario y odia a Galdós, ha confeccionado un manual de supervivencia para inconformistas de la novela negra. No se trata de una guía al uso ni de una guía de uso y disfrute. Es un selección personalísima de autores y obras aliñada con unas gotas de cine, filosofía, poesía y humor o ironía o heroína. De todo un poco. Algunos libros no son lo que parecen. Éste es uno de ellos. Hay novelas que parecen ensayos y libros de relatos que parecen novelas o libros de autoayuda y libros de poemas que parecen libros de relatos o libros de hágalo usted mismo. Nada es lo que parece. Como en cualquier novela policíaca donde el asesino siempre es el mayordomo. O no. Esta "Guía de la novela negra" es un ensayo que curiosamente parece un libro de relatos que parece una novela de misterio por entregas o una antología de poesía con el añadido de unas biografías mínimas y sardónicas que son como microrelatos . O sea, literatura sobre literatura en estado puro. La guía recoge las novelas imprescindibles y a los autores de referencia que no podían faltar en toda guía de la novela negra e incluso recoge algunos que quizás están en los límites de este tipo de novela [William Faulkner y "Santuario"] [Andrés Trapiello y "Los amigos del crimen perfecto"] pero en general todos los que están son y son todos los que están: Vera Caspari y "Laura" Edgar Allan Poe; Vazquez Montalbán; James M. Cain y "El cartero siempre llama dos veces"; Chandler; Hammett; Horace McCoy y "Por qué matan a los caballos?"; James Ellroy; Eric Ambler: y además están muchos de los que son mis favoritos: P.D. James, John Connolly que es "heroina pura"; Agatha Christie -aunque no salga muy bien parada-; Jo Nesbo; Maj Sjöwall y Per Wajlöö; Fred Veragas; Dona Leon; Patricia Highsmith;Petros Markaris e incluso Voris Bian alias Vernon Sullivan. ¡Esta guía no es sólo lo que nos cuenta sino cómo nos lo cuenta. Ya digo, literatura, un estilo dionisiaco. únicamente echo en falta una de mis pequeñas debilidades negras, la ausencia de Aleksandra Marinina; pero la dicha nunca suele ser perfecta y los paraísos personales no existen; aunque está guía se aproxima.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

HACER MUTIS POR EL FORO

http://youtu.be/oebv9IR7IjI




Todo un ejemplo a seguir en este país nuestro de cada día que más bien parece un nido de víboras corruptas que un país de políticos ejemplares. Como dice el refrán: cuando las barbas de tu vecino veas cortar...pues eso, que ya sabemos la que se avecina y, lo peor es que seguramente nos lo tendremos merecido por votar a quienes votamos. En fín, vamonos con la música a otra parte.




viernes, 4 de noviembre de 2011

SIN QUE SIRVA DE PRECEDENTE 2

Entrevista realizada por Antonio Zaragoza para la revista "Portada" con motivo de la presentación de mi libro de relatos "Lectores compulsivos" en el Casino Orcelitano el pasado 25 de octubre.

domingo, 23 de octubre de 2011

SANGRE, SUDOR Y LÁGRIMAS

Por supuesto, el título de este post no se refiere a la película de David Lean rodada en 1942 y protagonizada por el dramaturgo Noel Coward. La utilizo aquí en el sentido que le proporcionó Winston Churchill en su discurso de 1940, aunque el orden de las partes en aquella era diferente "sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor". Ya se sabe que el orden de los factores no altera el producto. La frase ha quedado como una frase hecha. En realidad la película de Lean se titulada "In Which We Serve". El matiz general es el del sacrificio. Si Churchill la utilizó al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, yo la recupero ahora para señalar el comienzo del final de ETA. Hay que ser optimista aunque se sea pesimista por naturaleza. El camino será largo. Sangre, sudor y lágrimas. La sangre y las lágrimas ya las han puesto las víctimas. El sudor lo tendrá que poner el gobierno que lidere las negociaciones para finiquitar los restos del "negocio" terrorista de la banda. Por eso se llaman negociaciones. La liquidación del negocio no será tarea fácil, a pesar de la declaración de buenas intenciones emitida. Habrá que hacer concesiones por ambas partes. Habrá que perdonar por ambas partes y seguramente habrá gente que opine que todos los perdones no son iguales. Incluso habrá gente que no quiera perdonar. Lo que me recuerda una película de John Houston "Los que no perdonan" con mi admirada Liliam Gish. Nadie ha dicho que vaya a ser fácil después de tantos años. Sí, queda la parte del sudor y posiblemente algunas lágrimas más -puede que de impotencia o de rabia- y esperemos que no vuelva a derrarmarse ni una sola gota de sangre más.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

EL AMIGO DE BAUDELAIRE

En ocasiones, pequeños gestos nos salvan. Los pequeños gestos son importantes. Los libros pequeños, también. El libro que nos ocupa, "El amigo de Baudelaire" de Andrés Rivera [Buenos aires, 1928] seudónimo de Marcos Ribak, apenas posee 86 páginas. Lo publicó en 1991, ahora acaba de aparecer en nuestro país de mano de la editorial Veintisiete Letras. En las novelas breves el comienzo lo es todo: "Un hombre cuando escribe para que lo lean otros hombres, miente. Yo, que escribo para mí, no me oculto la verdad". Rivera va directo al grano de la literatura y se deja la paja en el camino. Saúl Bedoya, el acaudalado, culto y perverso protagonista , según al contraportada, también va directo al grano. Cuanto se nos cuenta es terrible y, por supuesto, actual, aunque no lo parezca. Aunque nos estén hablando del pasado de un país y de una burguesía que no es la actual. La Argentina de "El amigo de Baudelaire" es la Europa actual: "Línea de acción en tiempos de crisis: comprar esterlinas y oro, y no vacas". Más actual aún: "Se trate del progreso del país, de la velocidad con la que engordan nuestros bolsillos o de una amenaza comprobada de disolución social, es preciso que sepamos que si se crean fantasmas, será obligatorio creer en ellos". Por aquí anda suelto el fantasma de la recesión. Y otros fantasmas no menores. Quién afirma que no es posible creer en los fantasmas. La novela, si breve, brevemente mejor. El autor nos da más caña: "La revolución es un mal imperfecto y, por lo tanto, inadmisible". Rivera, o el juez Bedoya no se paran en minucias. "A un poeta, ¿qué es lo que puede exigirle?". Cuando habla de un poeta podría hablar de un político o de un periodista. Personajes con fondo moral. O no. Además de Argentina, hay un crimen y una historia de amor, algo por el estilo. El amor siempre es algo por el estilo. Quizás podría hablarse de amores perros. Y sobre todo hay frases como desgarraduras en la piel: "El tiempo vuelve trivial hasta el destino"; "La ley no prohibe mi placer ni mis deseos. Yo interpreto la ley"; "La burguesía siempre es excesiva"; "La verdad no se queja"; El protagonista no sale muy bien parado. Tampoco le importa. Es consciente de su lugar en el mundo, de su poder, de las secuelas de la vejez. Tampoco tiene inconveniente en advertirnos: "Los juegos de palabras sólo sirven para satisfacer el orgullo de los tontos". En "El amigo de Baudelaire" no hay juegos de palabras; únicamente literatura. De la imprescindible.

domingo, 11 de septiembre de 2011

VOCES QUE SUSURRAN

Vuelve John Connolly [Dublín, 1968] con "Voces que susurran" [Tusquets] otra novela del detective Charlie Parker y esa entrañable pareja de asesinos gays que son Louis y Angel. No se emocionen los admiradores del detective, porque esta vez su participación en el desarrollo de la trama es menos trascendental que otras veces, pero eso no importa. Si las primeras obras de Connolly "Todo lo que muere "[2000], "El poder de las tinieblas" eran sobre todo novelas sobre Charlie Parker, novelas que giraban en torno a él, la que no ocupa es una novela sobre las entrañas de la podrida sociedad norteamericana. El suicidio de un soldado después del regreso de Iraq es el detonante de una trama que habla del tráfico de objetos arqueológicos. El personaje de Parker es el hilo conductor de una autopsia al cadáver putrefacto de un modelo de economía que nos está jodiendo la vida porque no nos queda más remedio que vivir/sobrevivir/ malvivir en ella. Lo importante es que John Connolly te coge por lo huevos en la primera página y no te suelta hasta la última. Los personajes son inolvidables, especialmente los malvados que nunca dejan de tener siempre sus razones: Jimmy Jewell, Herodes, Joel Tobias. Connolly es un insuperable maestro a la hora de crear personajes, a la hora de plantear los capítulos y resolverlos. Es capaz de hacernos ver el final del capítulo desde el principio del capítulo y aún así que no abandonemos su lectura porque lo que ansiamos es que la catarsis que nos ha insinuado en la primera línea se cumpla en el párrafo final. Cada novela de Connolly es como un acto de expiación. Leerlas nos redime de esta absurda realidad que nos rodea como el hedor de un cadáver en descomposición.

domingo, 4 de septiembre de 2011

EL HÁBITO DE LA PIEL

Frustración. Ésa es la palabra que me viene a la mente cada vez que pienso en la última película de Pedro Almodovar. Al aburrimiento se le llama madurez. Almodovar ha madurado. Bien. La película se basa en la novela "Tarántula" de Thierry Jonquet [París 1954-2009]. La música de Alberto Iglesias es envolvente, la fotografía impresionante, pero el ritmo, el ritmo es otra historia. Lenta, metódica, meticulosa. En fin, aburrida, madura. El director se ha puesto serio para contarnos una historia que pedía a todas luces un gramo de locura. O dos o tres. No, no hay locura. Ni pasión. Y debería haberlas. Todo es extremadamente simple, aunque parezca complejo. Nos dan gato por liebre. Hay una madre con dos hijos de padre diferente; dos hermanos de caracteres distintos, pero en el fondo similares -los dos son incapaces de controlar sus impulsos, aunque uno de ellos lo encubra bajo la frialdad y la indiferencia-; una mujer insatisfecha que se fuga con el hermano de su marido y sufre un accidente en el que queda desfigurada; una hija que se suicida después de un intento de violación; un violador que sufre en su propia carne una mutación paradigmática; un doctor Frankestein que se enamora de su propia criatura. Demasiadas historias que son una misma historia. En el fondo la historia de una doble venganza. Los decorados son lo que uno espera de una película made in Almodovar. El humor brilla por su ausencia porque ésta es una historia policíaca seria. El único chiste es la aparición del hermanísimo interpretando a un marido abandonado cada dos por tres por su señora. Hay una lesbiana que sabemos que es lesbiana porque lo dice y ése es el principal problema de la película; que los personajes son lo que son porque lo dicen no porque lo vivan. La piel que habito es una película de zombies, de muertos vivientes. Eso sí, unos muertos muy bellos, muy aparentes, en una "peli" repleta de tópicos. Como que la venganza es un plato que se sirve frío. Creo que voy a leerme la novela de Jonquet, para compensar la frustración. Pero como en cuestión de gustos no hay reglas, quizás por haber demasiadas, la película encontrará sus defensores. Almodovar siempre los tiene. Tendre que esperar a la próxima para volver a ser uno de ellos.

sábado, 27 de agosto de 2011

BEGINNERS

Últimamente estoy poniendo algo de color en el blog. Será por mi estado de ánimo. Quizás por eso mismo, por mi estado de ánimo, en lugar de hablarles de la novela policíaca que estoy terminando de leer he decidido escribir esta entrada sobre la película que vi anoche. Se trata de "Beginners" dirigida por Mike Mills en 2010, con Ewan McGregor, Christopher Plumer y Mélanie Laurent. Es la película más triste que he visto en mucho tiempo. Y juro que he visto unas cuantas. El tema tampoco prometía ser muy divertido: un padre gay que acepta su homosexualidad pasados los setenta y se lanza a la vida como si tuviera 20 años poco antes de enfermar de cáncer. Un hijo incapaz de comprometerse emocionalmente y que trata de dibujar un comic sobre la historia de la soledad desde que el mundo es mundo. Triste hasta decir basta. Puede que haya influido mi estado de ánimo actual, pero la película es como si te arrojaran arena a los ojos. De una tristeza lacónica y mira que el director hace lo posible porque brote el humor. El perro habla. Con subtítulos, pero habla. Se trata de una película con perro. Un subgénero. Como las películas con niño. O las películas con sordomudas. La música está más que bien y los decorados son deprimentes a más no poder. El vacío sentimental se palpa. Hay un viaje a Nueva York que es un desencuentro. Salen muchos presidentes de los Estados Unidos. Salen el sol y las estrellas. Y un gay gerontófilo. Lo cual tampoco es raro teniendo en cuenta la cantidad de mujeres jóvenes casadas con hombres que les triplican la edad. La película es como si arañaran la piel de una pared. Te deja un sabor de boca agrio. Propone que todos somos principiantes en eso que llaman amor, pero tengo la impresión de que lo que propone es que vayamos pensando que pasada cierta edad, la vida es un asco aunque pongamos mucho empeño en vivirla como si no fuera un asco. Mike Mills es autor de otro largometraje raro, aunque no tan triste, "Thumbsucker" [2005] y compañero sentimental de la inclasificable Miranda July, autora de un libro de relatos traducido al castellano "Nadie es más de aquí que tú" libro de que Miguel Ángel Muñoz, escritor a quien admiro y la mayor parte de cuyas opiniones literarias, expresada en su blog "El síndrome de Chejov" comparto, decía que era una de las decepciones literarias del año. Ésta es una de las veces en las que disiento. Algunos relatos me gustaron y había detalles en otros que prometían. No sé, debe ser cosa de mi estado de ánimo veraniego que me reblandece el espíritu crítico.

domingo, 21 de agosto de 2011

EL ARTE DE NO DECIR LA VERDAD ADAM SOBOCZYNSKI

Uno siempre miente, incluso cuando cree no mentir. Incluso cuando escribe un post como éste que habla del arte de fingir. Somos fingidores por naturaleza. Es el mensaje que se puede extraer de la lectura de "El arte de no decir la verdad" [Anagrama, 2011] escrito por Adam Soboczynski [1975, Polonia] Posiblemente. Y seguramente ninguna mentira queda libre de obtener su merecido. Como bien afirma el autor en una de las páginas "Nunca somos del todo nosotros mismos; la Creación, desde que caímos en el pecado original, es puro teatro". Lo del puro teatro me recuerda a Mina, la cantante. Los relatos de Soboczynski no se parecen a los de ningún otro. Enorme virtud en los tiempos que corren. He escrito que se trata de relatos. No sé, quizás mienta. Hay novelas que parecen libros de relatos y libros de relatos que se asemejan a novelas. Lo raro es que haya libros de relatos que parezcan ensayos a ratos y a ratos novela y a ratos no se parezcan a nada que uno haya leído hasta entonces. O sí. La relatividad del punto de vista del lector. O no. Lo cierto es que este arte de fingir la mentira o de no decir la verdad, o lo que sea es un exquisito y sofisticado artefacto literario al amparo de Oscar Wilde, Heimito von Doreder y especialmente Baltasar Gracián: "Tan importante es una lúcida retirada como un ataque esforzado"."Nunca pelees con quien nada tiene que perder". Los breves relatos, por llamarlos de algún modo, carecen casi de anécdota y destilan un humor demasiado inteligente para que se acerquen a ellos nuestros políticos. Cualquiera que lea este libro jamás podrá dedicarse a la política, aunque alguien podría considerar que está especialmente escrito pensando en ellos. En los políticos. Cada "relato"o cada capítulo, lo que a ustedes mejor les cuadre, es el planteamiento de un desafío que lleva implícito un malvado consejo de amigo para resolverlo. "Cómo rechazar consideradamente a las mujeres enamoradas", "Cómo fingir", "Cómo parecer auténtico", "Cómo mostrarnos moderadamente modestos", "Cómo aprovechar el momento oportuno", "Cómo saber encajar la derrota". Ya lo digo se podría pensar que está escrito para políticos novatos y para algunos recalcitrantes que no saben fingir las ganas que tienen de llegar al poder. Vayan por delante unas cuantas joyas del pensamiento profundo entresacadas a vuela pluma:" El pensamiento frío es la base de la inteligencia"; "La envidia no necesariamente provoca sufrimiento"; "La inseguridad fingida da más frutos que la seguridad absoluta en uno mismo"; "Una frase que circula de boca en boca ya no se puede defender"; "El arte de dosificarse es el arte de pensar en el objetivo final"; "Las ganas de confiarse sin tapujos a los demás son terriblemente perjudiciales"; "Uno vive siempre más aletargado en estado sobrio, y por eso la bebida es un vicio tan peligroso: despierta estados de ánimo que estaban adormecidos en nosotros"; "Las buenas maneras crean distancia entre las personas"; "Inteligente es aquél que es capaz de ocultar a tiempo su inteligencia". Y como para rematar la faena, el final del capítulo 32: "¿Qué es la vida? un campo minado./ ¿Y el fingimiento? La condición necesaria para nuestra ascensión./ ¿Y el amor? El más bello de los engaños". Son tres raciones de optimismo de una tacada. Un libro de relatos ensayados o de ensayos relatados escritos por un cínico sin remordimientos. Imprescindible leerlo después de haber visto la adaptación cinematográfica que Peter Glenville realizó de la novela "Los comediantes" de Graham Greene con Richard Burton y Elizabeth Taylord. Y por supuesto la inolvidable y maravillosa Lillian Gish.


miércoles, 10 de agosto de 2011

EL ARTE DE LA NECROLÓGICA, KRISTOF Y ALÓS























Si abril es quizás el mes más cruel, el verano es, tal vez, la estación más terrible. Morir en verano es desolador. Sobre todo para un escritor. Este verano han fallecido dos grandes escritoras, tardías e impúdicas tanto para expresar el instinto sexual del ser humano como su lado más tenebroso y salvaje. Concha Alós [Valencia, 1928, Barcelona, 2011] tiene dos novelas y un libro de relatos que me parecen más que interesantes "Los enanos" [1962] Yo todavía no había nacido. "Las hogueras" [1964] Ya andaba yo por estos lares y el libro de narraciones animales "Rey de gatos" [1972] que conservo en una edición antigua y con las hojas desencajadas y sueltas. Produce tristeza que haya muerto rodeada de olvido. Tanto del mundo literario, como de ese otro olvido que es la enfermedad del futuro. Agota Kristof [Csikvand, 1935, Neuchâtel, 2011] Escribió poco, porque escribir le causaba respeto y posiblemente dolor. El recuerdo que tengo de la lectura de "El gran cuaderno" [1986] es imborrable. Además están las otras dos novelas de la trilogía "La prueba"· [1988] y "La tercera mentira" [1991] Kristof escribía con un estilete en lugar de con una pluma. Si quieren saber más lean su libros y para que quede constancia de su fallecimiento, dos obituarios modélicos publicados en el diario "El País" El de Concha Alós, escrito por Manu Menéndez, el de Agota Kristof, por Javier Rodríguez Marcos. Dos piezas literarias dignas de las escritoras a las que rinden homenaje.

jueves, 4 de agosto de 2011

CHUMP CHANGE, DAN FANTE

"Chump Change", se podría traducir como "Calderilla", también como "Trabajo mal pagado". Chump Change es la primera novela de Dan Fante. Es una novela obscena en el buen sentido de la palabra. Un ejemplo: "Su pasión eran los penes y los libros". La primera novela del hijo del escritor John Fante también podría traducirse como "Algo de poco valor". Valor es el que ha necesitado el autor para escribirla a pesar del peso del apellido paterno. Algunos apellidos marcan, aplastan. "Chump Change" es autobiográfica y dura y está repleta de ruido, rabia e ironía. No es una novela tersa, mas bien es como papel de lija. Raspa la mirada cuando la lees. Es abrupta y certera como un pico para cavar una fosa. Dan Fante [ Los Ángeles, 1944] se toma como ejemplo de fracasado nada ejemplar para crear a su alter ego, Bruno Dante. La novela está empapada en alcohol. Especialmente Mogen David 20/20. También llamado Perro Loco. El sexo abunda y no es sexo esterilizado y blando. El semen se mezcla con la ensalada de huevo. Las menores la chupan estupendamente sobre todo si tienen un coeficiente intelectual alto. Los escritores fracasados que no soportan estar sobrios intentan suicidarse o se emborrachan y follan con desconocidos. Hay un animal muerto que se pasea por media novela impregnándola del hedor de la muerte. Y hay un padre moribundo con las piernas cortadas que vendió su talento para escribir mediocres guiones en Hollywood. También hay palmeras. La cosa sucede en Los Ángeles. Y un perro, se trata de una novela con perro. Y ya lo he dicho, sexo. Grato e ingrato. Lascerante. El personaje protagonista es autodestructivo e inteligente. Una mezcla explosiva. A veces Fante se pone lírico. Con la familia en cambio se pone borde. No hay contemplaciones. Va a degüello. La prosa es directa y expeditiva: "Entonces los vi: chaperos, chavales...En la mortal confusión en que me hallaba sumido me los quería follar a todos, y en un arrebato de frenesí chupar cada una de sus pollas". Por aquí resuenan ecos de Bukowsky. Por supuesto se trata de una novela excesiva e imprescindible. No busquen ni sentimentalismo ni patetismo. La cruda realidad. La puta realidad. Lo que ustedes quieran. Magnífica. "Chump Change" es parte de una trilogía con el mismo protagonista. Esperemos que antes o después se traduzcan "Mooch" y "Spitting Off Tall Building".


viernes, 1 de julio de 2011

SUSAN SONTAG, RENACIDA

A algunos autores se les ama o se les odia. Susan Sontag [Nueva York 1933-2004] es uno o una de ellos. Sontag es algo más que una escritora. Casi un icono del siglo XX. También es un espacio de libertad e independencia. Por suerte no ha creado escuela. Soy un admirador de la Susan Sontag de los ensayos: "Contra la interpretación " [1963] "Sobre la fotografía" [1975] "La enfermedad y sus metáforas" [1978] "Bajo el signo de Saturno" [1980] Menos de su obra novelísticas, cuyos temas no me atraen excesivamente. Tiene, eso sí, un interesante libro de relatos "Yo, etcétera" [1997]. Ahora Mondadori acaba de publicar "Renacida: Diarios tempranos 1947-19642". Si odias a la Sontag los diarios te parecerán irrelevantes, si la amas, comprenderás cómo se forja -con dolor, desesperación y sufrimiento- un aprendiz de escritor. Abunda lo trivial, pero también los apuntes de interés. Se asemejan a los imposibles diarios cotidianos que yo llevaba hace treinta años. Libro que leía, películas a las que asistía, precio de una comida especial...banalidades para constatar que somos seres vivos. Pero además, pequeñas joyas del pensamiento: "La mente es una puta"; Realmente es el estilo lo que importa. El estilo elige la trama"; "No importa si es pésimo. La única manera de aprender a escribir es escribiendo"; "Ninguna máscara es del todo una máscara"; "La moralidad conforma la experiencia, no a la inversa"; "Las palabras son la moneda del pensamiento"; "El matrimonio se funda en el principio de la inercia"; "Los ilícitos son los amores más perfectos"; "La bondad no es una virtud"; "Cuanto más frustrante es el presente más real es el pasado";"Para escribir tienes que permitirte ser la persona que no quieres ser [entre todas las que no eres]"; "No hay lugar para la cortesía en el sexo". Y para rematar: "El sexo es le único bien con el que la muerte no puede timarnos". Si no están seguros de si aman u odian a Susan Sontag acerquense al calor de sus diarios.

miércoles, 15 de junio de 2011

EL PARAISO DE LOS CREYENTES

Una recomendación para quién le pille por la zona. En la sala Blanca del Centro Cultural Las Cigarreras de Alicante expone el fotógrafo Alberto García Alix [león, 1956] "El paraíso de los creyentes" hasta el 31 de julio de 2011. 66 fotografías sobre la fragilidad de la condición humana. A quien no pueda acercarse le recomiendo que se lea "Moriremos mirando" [ La Fabrica, 2008]escrito por García Alix.





martes, 14 de junio de 2011

AJUSTE DE CUENTOS

Al final uno termina creyendo en las coincidencias. Antes de publicar mi primer libro de relatos [Lectores compulsivos] uno de los títulos que barajé fue "Ajuste de cuentos", pero enseguida descubrí que había, al menos dos libros de relatos con ese título. Uno de ellos de Ignacio Betancourt [San Luis del Potosí, 1948] publicado en 1995. Unos meses después en la feria del libro antiguo de Alicante encuentro un ejemplar del "Ajuste de cuentos" publicado por la editorial Océano de México. El libro es desaforado, como casi todo lo que viene de México. Creo que tiene que ver con el carácter de los escritores y artistas de allí. No sólo la literatura, también la pintura y el cine son desmesurados. Pensemos en Arturo Ripstein y películas como "El evangelio de las maravillas" [1998] o "La virgen de la lujuria" [2002]. Distorsionan la vida para que encaje en algún tipo de farsa universal donde dios, de existir, sería un bromista con muy mala baba o un viejo verde sin escrúpulos. Al fondo de estos relatos o en primer plano, late la pulsión sexual. Una pulsión autodestructiva como queda reflejado en el primero de los cuentos de título inmisericorde: " La memorable gran carrera o la tragedia del estadio nacional" donde tres corredores con alguna tara o discapacidad física seleccionados al "azar" deben de correr desnudos detrás de la hija del empresario que ha gestionado el evento que también corre desnuda, aunque sin tara alguna. Un cuento excesivo y desopilante con un humor cruel y desde luego todo lo políticamente incorrecto que se puede. Si un libro de relatos comienza con un relato así, cómo puede seguir. Pues con relatos de títulos tan desmesurados, desaforados y desopilantes como los temas que tratan. Por ejemplo "De cómo Gaudalupe bajó a La Montaña y todo lo demás"; "Carta del soldado Rodrigo Morales al muy estimado señor don Roque Guzmán en la que se da relación de una representación teatral y otras cosas que tienen que ver con la misma"; "Manuel Arista, primer bonzo de la poesía"; "Razones que demuestran fehacientemente por qué la palabra introducción es una palabra de las de acá". El autor se entrega a una orgía verbal, confía en las palabras y en el ritmo de la frase. Las imágenes deslumbran por lo inesperado. Los argumentos son de una originalidad estudiada. Las historias suceden como en la mente de un alucinado pasado de vueltas. Lo turbio y lo tierno se mezclan y esa mezcla otorga una textura extraña a los relatos. Y entre lo hiperbólico, lo grotesco y lo barroco de vez en cuando uno se tropieza con que "Solidaridad no es amar a los otros, es amarnos a nosotros mismos porque nos descubrimos comunes". Si por casualidad pueden adquiririr "Ajuste de cuentos" no dejen de hacerlo. Son unos cuentos muy poco comunes.

lunes, 30 de mayo de 2011

LA VIDA COTIDIANA, DANIEL GASCÓN



La vida cotidiana [ediciones Alfabia] habla de la vida cotidiana. Y es difícil que un libro que habla de la vida cotidiana hable de la vida cotidiana y parezca que realmente está hablando de la vida cotidiana, porque a los que nos gusta la literatura sabemos que cualquier historia o narración literaria es una convención que raramente se parece a la vida que intenta reflejar. El libro de relatos de Daniel Gascón [Zaragoza, 1981] logra la proeza de que aquello que nos cuenta suceda delante de nuestras narices o de nuestros ojos y que, además, lo que se nos relata -que ha sido relatado otras mil veces antes- dé la impresión de que es la primera vez que te lo cuentan. Hay una notoria falta de énfasis en los argumentos casi sin argumento de estas historias casi sin historia. Son historias de giran en torno a la trivialidad y levedad de la vida; a la insoportable levedad de la vida que diría Kundera. La voz narrativa es única, irónica. Los relatos empiezan y acaban en sí mismos, pero dan la impresión de ser un todo, fragmentos de un todo unitario. El narrador es el hilo conductor de estas historias. El narrador escribe, publica libros, da clases de español en el extranjero y clases particulares de inglés a un homosexual enamorado, hace bolos literarios, trabaja como traductor a precio de saldo, trabaja en la televisión local, cambia de piso, cambia de novia, entrevista a una escritora que conoció mejores tiempos y a un escritor sobre el que está escribiendo un trabajo; tiene una exnovia con la que no acaba de romper, tiene una novia en San Francisco y novia inglesa y otras parejas o ligues puntuales repartidos a conciencia por los diversos relatos, acude a fiestas y acompaña a su madre a una manifestación en contra del establecimiento de una base de la OTAN en Zaragoza. Como se puede ver , el narrador lleva una vida cotidiana muy agitada. Una vida cotidiana de pequeñas mentiras sin importancia, como la última y larguísima película de Guillaume Canet. Pequeñas mentiras sin importancia que podrían ser indoloras de no ser porque, a pesar de la patina de humor con la que el narrador recubre sus andanzas, se intuye una dolorosa huida hacia delante, un querer escapar del tedio cotidiano. Los relatos de Daniel Gascón más que leerse, se respiran. Y ante la contaminada realidad política del país, he corrido rápidamente a la librería de la esquina y no he dudado en comprarme la reedición que la editorial Xordica ha realizado de su libro anterior "El fumador pasivo".


viernes, 20 de mayo de 2011

VIDAS VULNERABLES, PABLO SIMONETTI

Un amigo me recomienda "Vidas vulnerables" de Pablo Simonetti [Santiago De Chile, 1961] editada en 1999 y reeditada en 2010 por Verticales . En realidad, ya me había detenido en el libro tiempo atrás, pero no lo había comprado por falta de referencias. Imposible abarcar todo lo que se publica. Imposible leer todo, ni siquiera seleccionando. El libro de relatos es de lo mejor que ha caído en mis manos últimamente. Los relatos de Pablo Simonetti producen un efecto perturbador.Pertubadores es la palabra adecuada. Se tiene la sensación de estar asistiendo a una autopsia radical de las emociones y los sentimientos más hondos y oscuros del ser humano. Hay crueldad y ternura a partes desiguales. Los personajes son imperfectos en tanto que son humanos. Tal y como se titula uno de los mejores relatos "Sin compasión", así actúa el autor. Aunque esté de parte del personaje, no oculta sus sombras, sus inseguridades, sus errores, la mediocridad acomodaticia de sus vidas y sus deseos insatisfechos. Ningún personaje está a gusto en su piel. Ni el protagonista de "Santa Lucia", uno de los relatos más conocidos, y un relato que juega con las elipsis de modo magistral. Lo que se calla es casi más relevante que lo que se cuenta. Una perfecta aplicación de la teoría del iceberg aplicada al relato. Los personajes son inolvidables. Como el traductor Fabrizio Cardini, de "Peter Faraday", el adolescente inadaptado de "Impar", el Videncio Fuentes de "El final de los finales" o el Claudio Álamos de "Sin compasión". El gris predomina. Los deseos y la culpa se multiplican. La insatisfacción es el sentimiento prominente en la mayoría de las vida de estos personajes, que de algún modo siempre encuentran la forma de liberarse de la losa que los mantiene sepultados en vida; aunque el precio que hayan de pagar sea elevado. Y quien quede insatisfecho con los relatos, puede acercarse a las novelas del autor, o leer en la red, "Carta al homosexual desconocido".

miércoles, 20 de abril de 2011

TRABAJO DE CAMPO, RACHEL SEIFFERT


Rescato de la mesa de espera de los años "Trabajo de campo" de Rachel Seiffert [Oxford, 1971] publicado por Alpha Decay en el año 2006. Cada libro tiene su tiempo, sobre todo si el lector carece de él. La espera ha merecido la pena. Los relatos de Rachel Seiffert alcanzan la densidad pétrea de una piedra preciosa. Están tallados con pasión y precisión y su superficie es tan brillante y pulida que uno no es capaz de apreciar otra cosa que su belleza tensa y perturbadora. Lo curioso es que los relatos que componen "Trabajo de campo" indagan en las grietas morales del ser humano y existe una evidente paradoja entre la forma y el fondo. El mayor de los dramas es narrado con una naturalidad y serenidad propias de una historia insustancial. Ésa es la principal virtud de esta autora. Su manera de narrar manteniendo las distancias; imponiendo una distancia que no es tal distancia; una indiferencia que no es tal indiferencia. Rachel Seiffert lo fía todo al estilo. Y como afirma Susan Sontag en sus diarios "Realmente es el estilo lo que importa. El estilo elige la trama". Descripciones que respiran naturalismo; diálogos breves, finales abiertos, tenues. La narradora tiene algo de entomóloga de las emociones del alma. Sus comienzos son claros y significativos. Marcan un tiempo y un espacio. Lo que cuentan estos relatos suele ser terrible, una fractura interna de la personalidad; aunque no nos parezca tan terrible por la falta de énfasis que la autora pone en contar lo que nos cuenta. Menos es más. Lo terrible deviene cotidiano. Un ejemplo: "El río". El fracaso es la norma de la casa Seiffert; aunque en algunos momentos deja la puerta abierta a la esperanza. "El pasaje del arco"; pero la mayoría de las veces, la dureza del relatos impone sus reglas. Son relatos para leer con cuentagotas. Hay que dejarlos reposar. Hay que dejar un tiempo entre unos y otros y quizás volver sobre ellos cuando el tiempo nos aclare las ideas y lo esquivo se torne luminoso.

lunes, 4 de abril de 2011

LOS CRÍMENES DEL PROFETA, MEHMET MURAT SOMER


Si les apetece leer algo intrascendente, pero ligeramente progre; algo un poco antiguo, pero con sus dosis de glamour y champagne; algo brutal y al mismo tiempo sofisticado; algo con unas gotas de sangre, algo de esperma, apuntes cinematográficos - no podía faltar la referencia a Almodovar-y un popurrí musical donde cabe desde la música culta hasta una representante del festival de eurovisión, humor en diferentes estratos -desde el vulgar de andar por casa, hasta algún diálogo de alta comedia, tipo: nadie es perfecto-, no tienen más que comprar "Los crímenes del profeta" [Ediciones B, 2010] de Mehmet Murar Somer [Ankara, 1959]. Ésa es su novela. El argumento es delirante y el título, bastante descriptivo: en la Estambul actual y aledaños alguien asesina travestis con nombre de profeta. Como nadie parece preocuparse por el asunto, la dueña, también travesti de un night club comienza a investigar por su cuenta sin casi despeinarse. El buen gusto siempre es el buen gusto y un travesti siempre tiene sus horas para la pelu, la depilación y otros menesteres. Por momentos, la sonrisa se nos hiela en los labios. Alguna descripción estremece y lo que importa no es el esclarecimiento de los asesinatos sino la crítica a una sociedad cerrada e hipócrita, que como los sueños de la razón, produce su propios monstruos.Un coctel explosivo; una mezcla entre las novelas del inspector Brunetti de Donna Leon y las deslenguadas protagonistas de los monólogos dramáticos de Eduardo Mendicuti. Si hasta ahora apenas contábamos con novela policíaca turca en castellano con excepción de "Último acto en el Bósforo" [Roca Editorial, 2006] y ""Un cadáver junto al Bósforo" [2008] de Celil Oker [ Kayseri, 1952] esperemos que ediciones B, traduzca las seis novelas restantes de la serie protagonizadas por nuestra investigadora travesti favorita.

jueves, 24 de marzo de 2011

DIA DE LA POESIA


Esta entrada se podía haber titulado también, "Demolición" o "Los estragos del tiempo". Sin embargo, quiero destacar la parte de esperanza y de amistad que incluye. Primero van los poemas, luego la explicación, quizás innecesaria.






¡Amor para la duda y también para el llanto,
deja que el ángel venga y me arrastre a su encuentro!
Ya tienda su mirada en la cúpula noble
o bajo el ala esconda la hermosura del rostro,
su daga de alabastro ha de hundirme en el vientre
y todas las paredes sellará con mi sangre.

El roto corazón se encarcela en las rejas:
sobre la noche el pánico acobarda el sentido.
¿Quién llevará a la sombra tanto horror, tanto duelo?
¿^Quién devolverá al polvo, al fin, tanta locura?
¿quién desmembrará un cuerpo que el amor incendiara
si ya no existe nada sino el rostro del ángel?

[María Victoria Atencia]



LA NIÑA MUERTA



Soy yo quien golpea tu puerta
A todas las puertas, a todas las puertas
Pero ustedes no pueden contemplarme
Es imposible ver a un niño muerto


Hace diez años largos
he muerto en Hiroshima
Pero sigo teniendo siete años
Los niños muertos dejan de crecer


Al principio se inflamaron mis cabellos
Mis manos y mis ojos ardieron después
Me convertí en un puñado de cenizas
que el viento dispersó


Nada, nada les pido para mí
No podrían mimarme aunque quisieran
Una niña que ha ardido cual si fuera papel
no come caramelos


Yo golpeo y golpeo cada puerta:
Dénme, dénme una firma
Para que los niños no sean asesinados
y coman caramelos

[Nazim hikmet, 1955]













Lunes 21 de marzo, día de la poesía. El Museo Ramón Gaya homenajea a Soren Peñalver, hombre polifacético, siempre vinculado a la palabra y a la cultura. Hacía tiempo que no le veía, a pesar del cariño y sincero afecto que nos tenemos. Sabía del pequeño traspiés que le había puesto la vida y de la serenidad con la que lo ha asumido. El difícil que la vida doblegue a un hombre tan vital como Soren; un hombre que desde el principio eligió ser personaje literario y labrarse su propia leyenda.De 10 de la mañana a 10 de la noche. Muchas horas de lectura compartida con autores previamente seleccionados por el propio Soren de entre los que más le interesan de la literatura universal. Yo leí dos poemas. Uno de Nazim Hikmet, "La niña muerta" recogido en su poemario "Duro oficio el exilio" [ Libros de la frontera, 1976] y otro de María Victoria Atencia; "El dia de la ira" de "Ex Libris" [ Visor, 1984].

martes, 15 de marzo de 2011

AHORA LO VERÉIS, ELI GOTTLIEB

Hay novelas que son como mares tormentosos y novelas que se asemejan a mares en calma. La primera novela de Eli Gottlieb publicada en España "Ahora lo veréis" [Tusquets, 2010] pertenece a la segunda categoría. Quiero decir que en principio, parece que en ella no sucede nada o casi nada. Lo importante, lo realmente trascendente ya ha sucedido antes de que comience la novela: Rob Castor, escritor de culto que no acaba de cuajar, asesina a su novia, una prometedora escritora en ciernes. El narrador Nick Framingham, que fuera el mejor amigo del escritor de culto, emprende una investigación interior para comprender los motivos por los cuales la muerte de su antiguo compañero de infancia le ha afectado tanto; tanto que ha comenzado a minar los cimientos de su matrimonio. Se entremezclan los últimos días de la víctima con el presente opaco y angustioso del narrador. Hay una madre que bebe, otra madre incapaz de demostrar amor, un padre que sufre un ataque al corazón, una exnovia que vuelve para recuperar el tiempo perdido, o no; secretos de familia, un hermano que murió en un accidente. Hay lealtad e indiferencia. Una vida que ya no es la propia vida, cuando se descubren las grietas que fracturan la fachada aparente de una realidad hipócrita. Pero todas las tragedias que relata el protagonista y algunas más no son más que la piel que recubre la herida más honda. La del narrador que se aferra a un pasado que ya no le pertenece porque lo ha perdido por el camino. tendrá que desprenderse de él como de un peso muerto. Al final, el lector debería encontrar ruinas, pero Eli Gottlieb logra que ni pasado ni presente importen y que el futuro, ese espejismo tan difícil de lograr en literatura nos esté esperando en la última página de esta fría, precisa y emocionante novela.

martes, 8 de marzo de 2011

LA MEJOR PARTE DE LOS HOMBRES, TRISTAN GARCIA

Es estimulante encontrar en las mesas de novedades, aunque sea en la sección de literatura en castellano, una novela como "La mejor parte de los hombres" [Anagrama, 2011] de Tristan Garcia [Toulouse, 1981] Estimulante porque frente a la invasión de novelas-cajón-de-sastre que predominan en las mesas de novedades, la primera novela de Tristan Garcia es una novela de ideas. Pero ¿quién escribe hoy en día novelas de ideas? Eso se acabó con la muerte de Albert Camus. O quizás antes, con los "Monederos falsos" de André Gide. Pero Garcia tiene personalidad y además sabe escribir; sabe lo qué quiere decir y cómo decirlo. Eso ya es mucho terreno ganado. Los cuatro personajes de "La mejor parte de los hombres" son cuatro personajes en busca de autor. William Miller es un niño bueno encerrado en sí mismo, bueno y anodino [pero también un auténtico hijo de puta]; Dominique Rossie, un maduro guapo y responsable; Jean-Michel Leibowitz está a caballo entre el filósofo y el hombre de acción, y -por fin- la narradora: Elizabeth Levallois, amiga de Willie, colega de Doumé y amante de Leibo. Un personaje que no es si no es a través de los demás. Ella nos relata sus historias que son al mismo tiempo, la suya. Unas historias excesivas, a ratos, caricaturescas, especialmente la del personaje de Leibowitz, donde el amor y el odio se entrecruzan con la venganza, la política y la filosofía. Esta novela es un retrato del amor en los tiempos del sida- los años ochenta y noventa-, pero también es un apasionante y apasionado discurso del método sobre aquellos años, aquellos polvos -físicos- y aquellas pajas -mentales- que trajeron estos lodos socio-políticos actuales. Garcia dispara con munición de combate y dispara para todos lados. Sirvan de muestra algunas citas: "Los años ochenta fueron horribles para cualquier forma de inteligencia y cultura, con la excepción de los medios audiovisuales, el liberalismo económico y la homosexualidad occidental" [pag. 35]; "Lo que era alegre no era solamente la música, la house natión, las discotecas, las folladas. Era también la amistad, la filosofía, el pelo, la comida...Habíamos abandonado los partidos, Troski, las discusiones y los "obreros"...Follabamos y eso era hacer política. Besabas a un hombre y estabas haciendo la Revolución de Octubre. Era algo individual, privado; pero, como éramos maricas, lo privado era público...Nos penetrábamos, nos amábamos incluso y resultaba más político que la asamblea" [pag. 37]; "Estamos en una época...que marca el fin de cualquier exigencia de inteligencia. Es decir que, de algún modo, la democratización de masas, la escolarización absoluta y el acceso al ocio y a la cultura han hecho de la cultura un pseudopensamiento que en realidad no es más que el asentimiento a todo lo que se hace."[pag.89] "El péndulo de la política hace que muchas veces la inteligencia a contrapelo, por reacción, acabe considerada como la estupidez de las veletas". [pag. 109] "Tú no puedes ver hasta qué punto nos putea el mundo, hasta qué punto todo el mundo se pasa la vida fingiendo...Un día u otro vamos a diñarla...Y los jóvenes lo que quieren es divertirse y, toda la gente se muere sin decir nada, y toda la gente que habla bajito para no molestar a nadie. Ya no se puede fumar, ya no puedes correr en la carretera con el coche, ya no puedes decir "polla" a un niño sin que te metan en el trullo y tienes a los maderos...que te dicen cómo tienes que follar, que quieren que los maricas colaboren con la sociedad, para vivir, para sobrevivir."[pag. 153] Y si quieren algo de ánimo para levantar el pesimismo existencial del día a día;" Nada de lo que hacemos puede servir de lección a los demás. Lo que hacemos sólo es bueno para nosotros mismos. Y eso es la experiencia, ¿vale? Y, al final, todo lo que hemos podido acumular desaparece ¡plaf! cuando la diñas." [pag. 156] Para qué sirve una buena novela, pues para algo más que entretenernos un sábado por la tarde; para remover conciencias y abrir heridas y descubrinos que vivimos en un infierno que hemos creado nosotros mismos con esfuerzo y tenacidad.

viernes, 25 de febrero de 2011

AGUSTÍ VILLARONGA, EMILI TEIXIDOR Y PA NEGRE

El título de esta entrada es engañoso, aunque sólo un poco. No voy a defender aquí las bondades de la película "Pa negre" dirigida por Agustí Villaronga sobre el texto de Emili Teixidor. La película -magnífica- se defiende sola. Y la lluvia de Goyas certifica sus bondades. No. Esta entrada es una reivindicación de Agustí Villaronga [1953] y de Emili Teixidor [Roda de Ter, 1934] ahora que parecen estar "en el candelabro" que diría alguien. Ignoro cuánta gente acudió a ver "Tras el Cristal"[1983] la primera película de Villaronga, pero yo fui uno de ellos; puede que por la fascinación por Marisa Paredes, por el morbo del tema de la pederastia mezclado con el nazismo del personaje interpretado por Günter Meisner. Puede que entonces fuese más receptivo a las novedades tanto cinematográficas como literarias. También acudí al estreno de "El niño de la Luna" [1989]; "99.9" [1997] - quizás una decepción- y "El mar" [2000]. Creo que el mundo de Villaronga con esos niños que descubren la vida y la muerte, el dolor y el placer al mismo tiempo, se halla muy próximo a la obra de Emili Teixidor. Y no, no voy a hablar de "Pa negre" novela publicada en 2004, que no he leído, ni de "Retrato d´un assassíocells" [1988]. No, me remonto más atrás. Me remonto a "Sic transit Gloria Swanson" libro de relatos publicado en 1979 en catalán y en 1983 -la edición que poseo- en castellano por Laia Literatura. En la contraportada de aquella edición, Pere Gimferrer decía: " Espléndida viveza en todos los relatos...Es la vida troceada, furtiva, hecha de retazos, de los primeros tiempos de la posguerra. Nadie la ha narrado mejor" y Maria Aurèlia Capmany aseguraba que "Es un libro terrible, pero a la vez lleno de ternura y sarcasmo". He vuelto a releer estos relatos a raíz de la película y me he llevado la sorpresa de que - recordaba los argumentos muy vagamente-la mayoría de estas historias son el germen de "Pa negre". Servirán dos o tres ejemplos. "Terminada la guerra, como en casa, en el pueblo apenas me podían mantener porque mi padre estaba en la prisión de Vic -estaba pendiente de juicio y el fiscal pedía pena de muerte, y mi madre se deslomaba en la fábrica, jornada completa y horas extraordinarias...me llevaron a casa de los abuelo, al campo, para que me mantuvieran.// Era una masía grande...mis tíos eran los masoveros; el abuelo había muerto...la abuela era muy anciana, muy tiesa, y los primos eran tres chicos mayores que yo y una niña de mi misma edad, rubia y despierta..."[El huevo huero]; " Yo le vine a ver hace tiempo, señor alcalde, al día siguiente mismo de que mi marido saliera de la cárcel...Los tiempos eran duros, ¡se lo aseguro! Los años del hambre, los llaman ahora. Usted no lo sabe, pero en casa nos repartíamos el pan negro para que cada cual se lo hiciera durar una semana...Era el tiempo del estraperlo, de las colas de racionamiento, del pan negro, de la leche azul y de las judías con Gorgojos".[Un camino angosto, sin fin ni regreso]; "Mi padre se ahorcó el día que entraron los nacionales, después de volar con dinamita el puente viejo y el puente nuevo para impedir que las tropas moras pasaran al otro lado. No quiso huir a Francia, el hombre.// ...Ya no recuerdo cómo fue su entierro....Me parece que fue por aquella época, a raíz de la muerte de mi padre, cuando comencé a desnudarme cada mañana, al clarear el día, a la misma hora azulada y fría que mi padre había elegido para colgarse, a salir en completa desnudez al balcón del cuarto de mis padres hasta que el sol quitaba el frío helado de mis brazos..." [Sic transit Gloria Swanson]. Si para algo sirve la literatura en caso de que sirva para algo es para recuperar los momentos felices del pasado.

jueves, 17 de febrero de 2011

LA MARRANA NEGRA DE LA LITERATURA ROSA


Leer "La marrana negra de la literatura rosa" [Sexto piso, 2010] de Carlos Velázquez [1978] es como meterse en vena un par de películas de Robert Aldrich [1918-1983] Por ejemplo, "Waht Ever Happened to Baby Jane?" [1962] con mis admiradas Bette Davis y Joan Crawford y "Canción de cuna para un cadáver" [1964] de nuevo con la Davis. Si nos ponemos patriotas, asunto poco recomendable, sería como asistir a un maratón cinéfilo sobre Alex de la Iglesia [1965] cuando todavía era capaz de inventar universos paralelos. Sería como ver "El día de la bestia" [1995], "Perdita Durango"[1997] y "La comunidad" [2000]. Algo de todo lo anterior hay en la obra de Carlos Velázquez. Todo en "La marrana negra de la literatura rosa" es desmesurado, grotesco, cruel, caótico, dantesco, y humano, profundamente humano. Se trata sólo de cinco relatos, pero qué cinco relatos. Y qué personajes: un hijo de mamá (ciega) adoptado y gordo, casado con una chica de barrio embarazada y cocainómana que le somete a una dieta de estupefacientes para que no engorde. El cuento incluye un robo, un intento de asesinato y un humor a juego con los personajes. Se titula: "No pierda a su pareja por culpa de la grasa". En el segundo cuento "La jota de Bergerac", Alexis, una jota masomeneada, pegada a una nariz como diría Quevedo, que sueña con encabezar la marcha del orgullo gay, pero a la que le sobra su soberbio apéndice nasal, se convierte en talismán y fetiche sexual de Wilmar un jugador cubano de la liga de béisbol al que le gustaba "dar tranca insobornable", a cambio de la promesa siempre incumplida de que le pagará la operación de su nariz. Además de celos, canciones de amor, golpes, sangre y esperma, hay un final que tiene la grandilocuencia de una falla valenciana. En "El alíen agropecuario" un grupo de música punk que no tiene donde caerse muerto, compuesto por dos hombres y una mujer, contrata primero y luego compra como teclista a un menor con síndrome de down que los convierte en un grupo de éxito. El empeño del líder del grupo porque el"alíen" pierda la virginidad, la campaña hipócrita de los que están en contra de la utilización exhibición del menor con síndrome Trisomía 21, la yokonización del grupo, un embarazo no deseado y otra suerte de enredos le dan al relato una textura alucinógena, como si los protagonistas fuesen todo el rato pasados de crack. Y qué decir de "El club de las vestidas embarazadas" donde Damián, un marido, cuya mujer le pide a gritos la inseminación artificial, para escapar de ella no cesa de apuntarse a cualquier tipo de club (ya sean libroclubs, clubs de jardinería o putticlubs) y acaba en un club de gays que se visten de mujer para dedicarse, entre otras prácticas, a limpiarle el culo a sus bebes, que suelen ser sus protegidos. Queda para el final "La marrana negra de la literatura rosa". El protagonista, del que todos piensan que es gay menos su madre, tiene una marranita llamada Leonor que se dedica a refocilarse con un cerdo llamado Valente y que en sueños le dicta novelas de amor rosa que constituyen un rotundo éxito editorial hasta que Leonor, tras el fallecimiento de su adorado Valente, se suicida y el protagonista cambia de profesión y de acera. Así resumidos los argumentos de los relatos no tienen ni pizca de gracia, pero hay que leerlos y ver como Carlos Velázquez encara la narración, la retuerce, la rellena de juegos de palabras, de referencias a canciones, poemas, divas televisivas o no, y convierte el sexo en el motor, no sólo de los relatos, sino en el motor que mueve el mundo. Un libro de relatos para lectores sin prejuicios.

jueves, 10 de febrero de 2011

AMOR MALO Y FEROZ



Publicado en inglés en 1990 "Amor malo y feroz" [Big Bad Love] de Larry Brown [1951-2004] apareció en castellano en la editorial Bartleby el año pasado con veinte años de retraso y cuando su autor se encuentra ya dos metros bajo tierra o, como se suele decir por aquí: criando malvas. Sin embargo, leyendo los relatos de este libro uno tiene la impresión de acompañar al autor por los desolados paisajes de una América profunda y de un universo en estado de perfecto desequilibrio. Contados en primera persona con una voz personalísima que navega entre la ironía, la indiferencia y el desengaño, con golpes de doloroso y brillante humor [Me estaba hartando de tanta muerte. La muerte cancela un montón de cheques.], la prosa de Brown golpea, hiere y, a veces, cauteriza. La adjetivación es escasa y precisa. Los relatos se construyen sobre la acción más que sobre la reflexión. Sus perdedores beben, principalmente cerveza, pero también otras bebidas de alta graduación, dan vueltas en coche o furgoneta sin rumbo, se emborrachan y vuelven a beber y a dar vueltas en coche, esperan y beben y escriben, o intentan escribir entre cerveza y cerveza, y piensan en sus matrimonios rotos o a punto de romperse y eso les lleva a beber un poco más, a escribir un poco más, y fuman y van de bar en bar, buscando con quién follar para terminar de joderlo todo un poco más: sus matrimonios, la vida, la literatura. Esperan bebiendo sentados en sus porches al atardecer o al anochecer que alguna editorial les devuelva los cuentos que han escrito y que esperan publicar algún día. Cuentos sobre gente como ellos: perdedores que beben cerveza fría[ Para entonces ya me había metido al coleto unas ocho cervezas. Mi nivel de alcohol en sangre debía de rondar lo ilegal , quizá un poco más alto o más bajo de lo permitido] y esperan. Los relatos de Larry Brown son relatos sobre "las circunstancias que han destrozado la vida de la gente"; sobre gente que no termina de encajar; sobre viejos soldados que siempre tienen un lugar reservado en su corazón para los hombres de armas; sobre mujeres que ven pervertidos que se bajan los pantalones y enseñan la mandanga junto a los contenedores de la basura; sobre hombres incapaces de enterrar un perro muerto mientras la catástrofe los cerca. Relatos ideales para escritores con bajan autoestima:"No tengo ni idea de dónde salió la idea de escribir ni cuál fue el motivo de que empezara a hacerlo, pero ahora es una parte más de ella, como los brazos o la cara. Según ella ya no es cuestión de si va a tener éxito. Es sólo cuestión de cuándo."