viernes, 18 de junio de 2010

GIMNASIO, JUAN ABREU



Ayer tarde estuve en Murcia, en el Centro Cultural Las Claras. Acudí a la presentación del Nº 95 de la revista Turia dedicado al pintor Ramón Gaya. Un pintor fiel a sí mismo que parece que no encaja en la pintura del extinto siglo XX puesto que la supera. Eso es lo que tiene no pertenecer a ningún grupo organizado, no integrarse en ningún movimiento, ir por libre porque uno considera que la libertad es el principio fundamental del artista. Y ocurre en todas las disciplinas, sea la pintura o la literatura. En el acto tuve la posibilidad de reencontrarme con algunos conocidos de tiempos lejanos...Esto viene a cuento porque el escritor que comento tampoco pertenece a ningún grupo literario, es una apátrida y un superviviente.
Convertir la realidad en arte o el arte en realidad, léase la vida en literatura y la literatura en vida ¿No es esa la función principal del artista, especialmente del escritor? Se trata de transformar la belleza en dolor y el dolor en belleza. Juan Abreu [Cuba, 1952] en "Gimnasio" [Poliedro, 2002] transforma a rutina de acudir al gimnasio en un ejercicio de memoria y en un catálogo de seres típicos por atípicos, o a la inversa: el superpijo, la exhibicionista, Ojos bellos, la escuálida. Como se trata de un gimnasio mixto como la mayoría de los gimnasios abunda el erotismo a flor de piel y la testosterona, además de precisas observaciones sobre el paso de tiempo, sobre la calvicie o a masturbación. Los capítulos son cortos y las reflexiones variadas: "Para un nómada la muerte siempre está en lo que deja atrás; nunca delante"; "No han dejado otro camino digno a la literatura que el insulto"; "Hoy un escritor es poco menos que una puta al servicio de comerciantes y especuladores"; "La vida cultural es típica, cosa de piñas, parroquial. Controlados por el mercado egos monstruosos por aquí y por allá, sacudiendo los culos ante los talonarios"; "La belleza premia el crimen"; "El agujero del culo es maravilloso. Entrada a un verdadero caudal de pensamientos elevados. Madriguera del Conejo Blanco de ojos rosados de Alicia. Chupar culos (aconsejo meter todo lo posible la lengua dentro) otorga pureza, acerca al misterio, contribuye de forma fundamental al desarrollo de la inteligencia y enriquece el mundo espiritual". Toda una declaración de principios y un consejo que cierta gente de este país debería seguir por si a fuerza de insistir en ello logra alcanzar un desarrollo cognitivo medianamente aceptable.

domingo, 13 de junio de 2010

TILDA SWINTON; YO SOY EL AMOR



Cuando uno se va quedando sin mitos que admirar, es importante poder cambiarlos por otros. Casi todos mis mitos cinematográficos pertenecen al siglo pasado. Me estoy quedando anticuado. Una de las pocas actrices actuales cuya carrera sigo es Tilda Swinton [Londres, 1960]. Su última interpretación en una película ha pasado prácticamente desapercibida por la cartelera "Yo soy el amor" de Luca Guadagnino [2009] es una demostración más del talento de esta actriz de rostro andrógino y belleza fría y un tanto singular. En este film algunos de sus primeros planos recuerdan las figuras femeninas de los cuadros prerafaelistas. Su mirada es fascinante. Y lo es desde las primeras películas en las que la vi actuar: "Caravaggio" [1996] y "Eduardo II [1991] del fallecido Derek Jarman. Si exceptuamos su papel protagonista en "Orlando" [1992] adaptación de novela de Virginia Woolf realizada por S. Poter, la mayoría de sus papeles posteriores han sido como actriz secundaria: "Adaptation" [2002] de Spike Jonze, junto a Meryl Streep; "Michael Clayton" [2007]; "Quemar después de leer" [2008] de los hermanos Coen; lo cual no ha evitado que cada una de sus apariciones sea memorable y se recuerde independientemente de la duración del papel que interpreta. Últimamente ha dado el salto a los papeles protagonistas como es el caso de "Yo soy el amor" 0 de "Julia" [2008] de Enric Zonca. Encontrarme con su gélida belleza y su estilo altivo y elegante en una película siempre es un aliciente. Y además una excelente actriz.