sábado, 29 de mayo de 2010

LENA HORNE


Uno se enfrenta a la constancia del tiempo. Como dijo el poeta, somos el tiempo que nos queda, pero también somos el tiempo que ya gastamos y no volverá. Malos tiempos en todo caso. Lena Horne [30 de junio de 1017-9 de mayo de 2010] forma parte de mi pasado. Un pasado lejano. Su muerte a principios de este mes me ha recordado la fragilidad de los vínculos que nos unen con los recuerdos y con nosotros mismos. ¿Quién se acuerda hoy de esta cantante y actriz -rodó 16 películas? ¿Quién se acordaría de ella si no fuera por una canción - Stomy Weather- que ella cantaba en la película del mismo título? Esta canción iba incluida en un disco de temas musicales que durante mi adolescencia escuché frecuentemente. La canción encierra toda la nostalgia y la melancolía de aquel adolescente acomplejado y dubitativo que yo era. Un adolescente del que solo queda un cadáver en alguno de mis versos. En un momento dado, quise homenajear a Lena Horne y le dediqué un poema en uno de mis libros. Como no podía ser de otro modo el poema se titulaba "Stormy Weather" y lo incluí en "Los días del tiempo", poemario premiado con el Premio Hispanoamericano de Poesía Juan Ramón Jiménez del año 2002. Pues eso, que el tiempo pasa muy deprisa. Lo rescato aquí como epitafio a una mujer admirable que puso música a una parte dolorosa de mi existencia: " Como lugar extrano, la vida./ De paso siempre. En tránsito./ Sin otro afán que los versos/ y su vano empeño en atrapar/el paso tan lento de los días./Sobrevivir en temporada baja/donde nadie: una ciudad costera,/la casa prestada de un amigo. /Un lugar en ninguna parte./ Escaso el equipaje y la memoria./Considerar ciertos detalles sibaritas: /una botella fría de vodka,/la poesía completa -La Realidad y el Deseo- de Cernuda, / y acaso Lena Horne cantando/ junto a la chimenea Stomy Weather.

sábado, 22 de mayo de 2010

LA PATRIA DE TODOS LOS VASCOS



La patria de todos los vascos [Lengua de trapo, 2009] es la segunda novela del escritor Iban Zaldua [Donostia, 1966], autor anteriormente de varios libros de relatos "Mentiras, mentiras, mentiras" [2000], "La isla de los antropólogos y otros relatos" [2002], "Porvenir" [2007] y de la novela "Si Sabino viviria"[2006]. Una característica común a todas sus obras es el humor. Un humor que nace de la paradoja y de darle la vuelta a la realidad para transformarla en otra que nos muestra lo ridícula que es la realidad que vivimos. Todo es risible. Todo es digno de ser objeto de burla. El sarcasmo asoma por las costuras de ese muñeco de trapo que es la realidad de cada día; aunque esa realidad nos sea tan ajena como la del país vasco. Leer "La patria de todos los vascos " es un ejercicio de inteligencia moral suponiendo que tal cosa exista. El tema es leve: Joseba Anabitarte, un profesor de literatura vasca acepta un puesto de seis meses en la universidad de Anchorage en Alaska para explicar, obviamente, literatura vasca. Cuando intuye que la citada literatura no da para un curso tan largo decide reinventar la historia de esa literatura y por al mismo tiempo de ese país, que un cursi conocido mío define como "el país del sirimiri". Iban Zaldura reparte estopa literaria y de paso evidencia las servidumbres y las carencias de los nacionalismos mal entendidos. Además entre otras numerosas virtudes esta novela tiene una de la que carecen la mayoría de las novelas actuales: es breve. Sus 144 páginas se leen en un suspiro y encima, te obligan a reflexionar.